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La primera fumata del cónclave desata incertidumbre en el Vaticano

La espera en la Plaza de San Pedro se prolongó más de lo previsto. Miles de fieles y curiosos aguardaban con los ojos fijos en la chimenea de la Capilla Sixtina, pero la primera fumata del cónclave para elegir al nuevo papa llegó tarde y trajo consigo un mensaje claro: humo negro. No hay consenso entre los 133 cardenales electores, y la elección del sucesor de Francisco sigue en el aire.
El cónclave, que comenzó el 7 de mayo, reúne a cardenales de 70 países, marcando un hito por su diversidad y tamaño. Desde las 17:46 hora local, los purpurados se encerraron en la Capilla Sixtina para la primera votación. La fumata, esperada inicialmente a las 19:00, se retrasó hasta las 21:00, generando impaciencia entre los más de 30,000 asistentes que llenaban la plaza.
El humo negro indica que ningún candidato alcanzó los 89 votos necesarios, es decir, dos tercios de los sufragios. Esta primera votación suele ser un termómetro para medir los apoyos de los principales contendientes, pero la falta de acuerdo refleja las divisiones entre los cardenales. Algunos buscan continuar el legado progresista de Francisco, mientras otros abogan por un cambio de rumbo.
La jornada inició con la misa Pro eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro, presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re. Su homilía, en la que pidió un papa que responda a los desafíos de la humanidad, generó tensiones al omitir menciones directas a Francisco. Un gesto hacia el cardenal Pietro Parolin, posible favorito, también alimentó especulaciones.
El proceso en la Capilla Sixtina está envuelto en un estricto secretismo. Los cardenales juraron guardar silencio bajo pena de excomunión, y el Vaticano desactivó la red móvil para evitar filtraciones. Las votaciones se realizan en un ambiente solemne, con las papeletas quemadas en una estufa que produce el característico humo blanco o negro.
La fumata negra no sorprendió a los expertos, quienes anticipaban un cónclave prolongado debido a la diversidad de opiniones y la ausencia de un candidato claro. En 2013, Francisco fue elegido en menos de 48 horas, pero este cónclave podría extenderse varios días, con hasta cuatro votaciones diarias a partir del jueves.
La Plaza de San Pedro, transformada en un escenario global, acogió a fieles, turistas y medios de comunicación. Pantallas gigantes transmitían en directo, mientras las campanas de la basílica permanecían en silencio, esperando el momento de anunciar un nuevo pontífice con el repique que acompaña la fumata blanca.
El jueves, los cardenales retomarán las votaciones con dos rondas por la mañana y dos por la tarde. Las próximas fumatas están previstas entre las 10:30 y 12:00, y entre las 17:30 y 19:00. Si no hay acuerdo, el proceso continuará con una posible pausa el domingo tras 12 votaciones sin resultado.
La elección del papa 267 de la Iglesia Católica mantiene al mundo en vilo. Mientras los cardenales deliberan en aislamiento, los fieles en la plaza y millones de espectadores en todo el planeta aguardan el humo blanco que anunciará el “Habemus Papam”. Por ahora, la incertidumbre reina en el corazón del Vaticano.

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