La Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León ha intensificado las inspecciones en el río Pesquería para evaluar los daños causados por un reciente derrame de la empresa Ternium. Este incidente, que ha generado preocupación en la región, podría derivar en una multa significativa para la siderúrgica, según las autoridades.
El derrame, ocurrido en la planta Churubusco de Ternium, involucró la liberación de 400,000 litros de cloruro ferroso y agua ácida, afectando el arroyo La Talaverna y alcanzando el río Pesquería. Las autoridades han confirmado que el impacto ambiental es considerable, con daños a la fauna y al ecosistema local.
Durante un recorrido por el cauce, expertos de la Secretaría de Medio Ambiente constataron la presencia de contaminantes que han alterado la calidad del agua. Entre las especies afectadas se encuentran tortugas, peces y castores, cuya presencia era un indicador de recuperación ambiental en la zona.
Ternium, por su parte, ha asegurado que ha implementado medidas de remediación, como la neutralización del agua con materiales como cal y bicarbonato. La empresa sostiene que el cauce está normalizado, pero las autoridades estatales contradicen esta afirmación, señalando que aún hay riesgos para la salud pública.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha clausurado parcialmente la planta Churubusco, específicamente el área de tanques donde ocurrió el accidente. Este cierre busca evitar nuevos incidentes mientras se evalúan las afectaciones al suelo, agua y biodiversidad.
Alfonso Martínez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, ha prometido una sanción ejemplar, aunque no se ha especificado si será una multa, una clausura total o incluso una reubicación de la planta. El plazo para que Ternium entregara un informe sobre sus acciones venció, pero las autoridades no han revelado avances.
Organizaciones ambientales y legisladores han exigido medidas más drásticas, incluyendo multas de hasta 20,000 millones de pesos y la clausura definitiva de la planta. Activistas señalan que Ternium carece de planes efectivos para prevenir este tipo de contingencias.
El impacto del derrame no solo se limita al medio ambiente, sino que también ha afectado a comunidades cercanas. Vecinos de Apodaca reportaron la muerte de animales de granja que bebieron agua contaminada, lo que ha incrementado la indignación local.
La Secretaría de Medio Ambiente continúa tomando muestras en el río Pesquería para determinar la magnitud del daño. Los resultados de estos análisis serán clave para definir la sanción final que enfrentará Ternium.
Este caso ha reavivado el debate sobre la regulación de industrias contaminantes en Nuevo León. La presión ciudadana y de grupos ambientalistas crece, exigiendo que se priorice la salud pública y la protección del entorno natural.

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Inspección en el río Pesquería revela daños ambientales por Ternium
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