La India ha tomado una decisión drástica al suspender las operaciones en más de una decena de aeropuertos cercanos a su frontera con Pakistán. Esta medida, vigente hasta el próximo sábado, responde al reciente bombardeo llevado a cabo por el ejército indio contra supuestas bases terroristas en territorio paquistaní. La acción militar ha disparado las tensiones entre ambos países, que comparten un historial de conflictos.
El bombardeo, denominado Operación Sindoor, tuvo lugar en la madrugada del miércoles. Según el Ministerio de Defensa de la India, se atacaron nueve objetivos en Pakistán y en la región de Cachemira administrada por este país. Las autoridades indias aseguran que los blancos eran infraestructuras terroristas responsables de planificar ataques contra su territorio.
El ataque dejó un saldo trágico: al menos un niño falleció y dos personas resultaron heridas, según informaron funcionarios de seguridad paquistaníes. Los misiles impactaron en áreas de Cachemira bajo control de Pakistán y en la provincia de Punjab. La India afirmó que los ataques fueron precisos y evitaron instalaciones militares paquistaníes para no escalar el conflicto.
La suspensión de vuelos afecta a aeropuertos clave en el noroeste de la India, una región estratégica por su cercanía con Pakistán. Esta medida busca garantizar la seguridad aérea ante posibles represalias o una escalada militar. Las aerolíneas han tenido que redirigir rutas y cancelar operaciones, causando molestias a miles de pasajeros.
El origen de esta crisis se remonta al 22 de abril, cuando un atentado en la Cachemira controlada por la India dejó 26 muertos, en su mayoría turistas. India acusó a Pakistán de estar detrás del ataque, atribuido a un grupo vinculado a Lashkar-e-Taiba. Desde entonces, las relaciones diplomáticas entre ambos países se han deteriorado rápidamente.
Pakistán, por su parte, ha prometido una respuesta contundente ante cualquier provocación, aunque ha insistido en su compromiso de evitar una guerra. Sus fuerzas armadas han intensificado ejercicios militares cerca de la frontera, mientras India enfrenta presión interna para actuar con firmeza. Ambos países poseen arsenales nucleares, lo que eleva la preocupación internacional.
La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, ha instado a ambas naciones a mantener la calma y evitar un conflicto mayor. En el pasado, incidentes similares, como los ataques aéreos indios de 2019 tras un atentado en Pulwama, han llevado a enfrentamientos limitados pero peligrosos. La historia de tensiones en Cachemira sigue siendo un polvorín en la región.
Este nuevo capítulo entre India y Pakistán mantiene al sur de Asia en vilo. La suspensión de vuelos es solo una de las consecuencias visibles de una rivalidad que no parece encontrar solución. Mientras las autoridades de ambos lados evalúan sus próximos pasos, el mundo observa con cautela.