La Copa Mundial de Futbol 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, promete ser un evento histórico, pero las autoridades estadounidenses ya han puesto las cartas sobre la mesa. Durante una reunión en la Casa Blanca, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, dejó claro que los visitantes internacionales deberán abandonar el país una vez que termine el torneo. Esta advertencia, dirigida a los aficionados de casi cien países, busca garantizar el control migratorio durante y después del evento.
El presidente Donald Trump, quien encabezó la reunión junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, expresó su entusiasmo por ser el anfitrión del Mundial. Según Trump, el torneo será el más grande, seguro y extraordinario de la historia. Sin embargo, la advertencia de Vance introdujo una nota de firmeza en medio de la celebración, subrayando que aquellos que excedan el tiempo permitido en sus visas enfrentarán consecuencias.
La declaración de Vance no pasó desapercibida. “Queremos que vengan, que celebren y que vean los partidos, pero cuando se acabe el tiempo, tendrán que irse a casa”, afirmó el vicepresidente. Además, hizo referencia a la secretaria de Seguridad, Kristi Noem, quien estaría a cargo de hacer cumplir las medidas migratorias en caso de que los visitantes no cumplan con las regulaciones.
Por su parte, Trump intentó suavizar el tono al prometer una experiencia sin problemas para los aficionados. Según el mandatario, su administración está trabajando para garantizar que los visitantes disfruten de un torneo seguro y exitoso. “Daremos la bienvenida a los aficionados de todo el mundo y aseguraremos que su visita sea inolvidable”, aseguró durante la reunión.
El Mundial 2026 será una oportunidad económica sin precedentes para Estados Unidos. Se espera que el torneo, junto con el Mundial de Clubes 2025, genere un impacto económico de 47 billones de dólares y cree miles de empleos. Las autoridades destacaron que los preparativos ya están en marcha para recibir a millones de turistas en las ciudades sede, incluyendo estadios de primer nivel y una logística impecable.
Sin embargo, la advertencia migratoria ha generado preocupación entre algunos sectores. La mención de posibles consecuencias para quienes no respeten las visas introduce un elemento de tensión en un evento que debería ser una celebración global. Las políticas migratorias de la administración Trump han sido un tema controversial, y esta declaración parece reforzar una postura estricta.
A pesar de las tensiones, Trump también aprovechó para calmar las aguas con los coanfitriones del torneo, México y Canadá. El presidente aseguró que las diferencias diplomáticas no afectarán la organización del Mundial. “Juntos haremos historia”, afirmó, destacando la colaboración entre los tres países para llevar a cabo el evento.
La FIFA, por su parte, se mostró optimista. Gianni Infantino, presidente del organismo, elogió los esfuerzos de Estados Unidos y confía en que el torneo será un éxito. Con una audiencia global esperada de millones de personas, el Mundial 2026 pondrá a Norteamérica en el centro del escenario deportivo.
Mientras los preparativos avanzan, la advertencia de Estados Unidos resuena como un recordatorio de que el Mundial no solo será una fiesta deportiva, sino también un evento bajo estricta vigilancia. Los aficionados deberán planificar cuidadosamente su estancia para evitar problemas con las autoridades migratorias.
El mensaje es claro: disfruten del futbol, pero respeten las reglas. La cuenta regresiva para el Mundial 2026 ya comenzó, y con ella, un debate sobre cómo equilibrar la hospitalidad con el control migratorio en uno de los eventos más esperados del planeta.

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Estados Unidos lanza advertencia a turistas del Mundial 2026: ¡Tendrán que irse a casa!
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