El expresidente Joe Biden rompió el silencio en su primera entrevista tras dejar la Casa Blanca, criticando duramente la postura de Donald Trump respecto al conflicto en Ucrania. En una conversación con la BBC, Biden acusó a Trump de practicar un “apaciguamiento” hacia Vladimir Putin, lo que podría tener graves consecuencias para la estabilidad global.
Según Biden, la presión de Trump sobre Ucrania para ceder en negociaciones con Rusia es un error estratégico. El exmandatario señaló que Putin no se conformará con controlar solo partes de Ucrania, advirtiendo que esta política podría alentar mayores ambiciones territoriales por parte del líder ruso.
El enfoque de Trump, que busca un acuerdo rápido para poner fin a la guerra, ha generado preocupación en Europa. Biden destacó que los líderes europeos están empezando a desconfiar de Estados Unidos como un aliado confiable, lo que podría debilitar la unidad de Occidente frente a Rusia.
Durante su administración, Biden priorizó el apoyo a Ucrania, proporcionando miles de millones de dólares en ayuda militar y económica. En contraste, Trump ha expresado simpatía por la postura rusa, criticando el envío de armamento estadounidense a Ucrania y abogando por un alto al fuego que podría favorecer a Moscú.
Biden también alertó sobre el impacto a largo plazo de esta política. Una Europa que duda del liderazgo estadounidense podría buscar mayor autonomía en asuntos de seguridad, lo que cambiaría las dinámicas de la OTAN y otras alianzas clave.
El expresidente no escatimó en críticas, calificando de “tonto” el enfoque de Trump. Insistió en que ignorar la amenaza que representa Putin pone en riesgo no solo a Ucrania, sino también a la seguridad global, especialmente en un momento de tensiones geopolíticas crecientes.
Por su parte, Trump ha defendido su estrategia como un camino hacia la paz, argumentando que el conflicto en Ucrania debe resolverse rápidamente para evitar una escalada mayor. Sin embargo, sus propuestas han sido vistas como una concesión a Rusia, lo que ha generado rechazo entre los aliados europeos.
La entrevista de Biden refleja un intento de mantener relevancia en el debate internacional, mientras el mundo observa cómo la administración Trump redefine la política exterior de Estados Unidos. Las palabras del exmandatario subrayan la profunda división en Washington sobre cómo abordar uno de los conflictos más críticos de la actualidad.