El sur de Veracruz se tiñe de sangre una vez más. El lunes 5 de mayo, la violencia desatada en los municipios de Hueyapan de Ocampo y Acayucan dejó un saldo de cinco víctimas mortales en hechos que reflejan la grave crisis de inseguridad que azota la región.
En Hueyapan de Ocampo, las autoridades hicieron un macabro hallazgo. Los cuerpos de tres personas fueron encontrados en un río, cerca de la comunidad de Juan Díaz Covarrubias. Según los reportes, los restos estaban dentro de bolsas negras, un método comúnmente asociado con la delincuencia organizada.
Los tres cuerpos, aún sin identificar, fueron trasladados al Servicio Médico Forense para realizar las investigaciones correspondientes. Las autoridades locales no han proporcionado detalles sobre las posibles causas o responsables de este triple homicidio, lo que genera más incertidumbre entre los habitantes.
Por otro lado, en Acayucan, dos hombres fueron asesinados en distintos puntos de la ciudad durante la misma jornada. El primer caso ocurrió en la colonia Miguel Alemán, donde un hombre fue atacado a balazos en plena vía pública. Horas después, otro individuo fue ejecutado en la colonia Lealtad.
Ambos crímenes en Acayucan ocurrieron en un lapso de pocas horas, lo que ha incrementado el temor entre los ciudadanos. Testigos reportaron que los agresores huyeron sin dejar rastro, y hasta el momento no hay detenidos relacionados con estos hechos.
La ola de violencia en el sur de Veracruz no es un hecho aislado. En lo que va del año, municipios como Coatzacoalcos, Minatitlán y Acayucan han registrado un aumento alarmante en los índices de homicidios, muchos de ellos ligados a disputas entre grupos delictivos.
La falta de una estrategia efectiva por parte de las autoridades estatales y federales para combatir la inseguridad es cada vez más evidente. Los habitantes de estas zonas viven con miedo, mientras los operativos de seguridad parecen no dar resultados concretos.
Este nuevo episodio de violencia pone en evidencia la fragilidad del sistema de seguridad en Veracruz. La ciudadanía exige respuestas y acciones contundentes para frenar la escalada de crímenes que mantiene a la región en un estado de alerta constante.
A medida que los días pasan, la sensación de impotencia crece entre los veracruzanos. Los hechos del 5 de mayo son un recordatorio de que la violencia no da tregua y que la paz en el sur del estado sigue siendo un objetivo lejano.

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Violencia sin freno en el sur de Veracruz: tres cuerpos hallados en un río y dos hombres asesinados en un solo día
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