Un violento enfrentamiento entre grupos criminales sacudió la tranquilidad del municipio de Rayones, al sur de Nuevo León, dejando un saldo preliminar de al menos tres personas muertas. El choque armado, ocurrido la noche del lunes, sembró pánico entre los habitantes de esta localidad rural.
Según reportes extraoficiales, el tiroteo tuvo lugar en la cabecera municipal, donde dos bandos delictivos se enfrentaron con armas de alto calibre. Vecinos relataron haber escuchado ráfagas de disparos que resonaron por varios minutos, obligándolos a resguardarse en sus hogares.
Autoridades de seguridad confirmaron que el enfrentamiento dejó un número indeterminado de víctimas fatales, aunque fuentes locales hablan de hasta cinco personas fallecidas. Además, se reportó un vehículo incendiado en el lugar de los hechos, lo que incrementó la tensión en la zona.
Elementos de Fuerza Civil, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano acudieron al sitio tras recibir reportes ciudadanos. Sin embargo, al llegar, los agresores ya habían huido, dejando tras de sí un escenario de caos y destrucción.
Este incidente se suma a la ola de violencia que ha azotado a Nuevo León en los últimos meses, con enfrentamientos recurrentes entre grupos del crimen organizado que buscan el control de la región. La zona sur del estado, en particular, ha sido escenario de disputas entre cárteles.
La falta de una estrategia efectiva por parte de las autoridades estatales para contener la inseguridad ha generado críticas entre la población. Residentes de Rayones expresaron su temor ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos, exigiendo mayor presencia policial.
A pesar de los operativos desplegados por las fuerzas de seguridad, no se reportaron detenciones inmediatas tras el tiroteo. Las autoridades aseguraron que ya se realizan investigaciones para dar con los responsables y esclarecer los motivos del enfrentamiento.
La violencia en Rayones pone en evidencia los retos que enfrenta Nuevo León para garantizar la seguridad de sus habitantes. Mientras los grupos criminales continúan operando con impunidad, la ciudadanía vive bajo la sombra del miedo y la incertidumbre.