Un devastador ataque sacudió la región de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, dejando un saldo de siete paramilitares paquistaníes muertos y cinco heridos. El incidente ocurrió cuando un artefacto explosivo improvisado estalló al paso de un vehículo del Cuerpo de Fronteras, una fuerza paramilitar del país.
El atentado tuvo lugar en el área de Mach, en el distrito de Kachhi, una zona conocida por su inestabilidad debido a la presencia de grupos separatistas y militantes. Según el ejército paquistaní, el ataque fue perpetrado por la organización Baloch Liberation Army, un grupo que busca la independencia de Baluchistán.
Las autoridades militares confirmaron que el vehículo quedó destruido por la explosión, causando la muerte instantánea de los siete ocupantes. Los cinco heridos fueron trasladados de urgencia a un hospital militar cercano, donde se reportan en condición crítica.
Baluchistán ha sido escenario de un aumento alarmante de la violencia en los últimos años. Los ataques contra las fuerzas de seguridad se han intensificado, atribuidos principalmente a grupos separatistas que denuncian la explotación de los recursos naturales de la región por parte del gobierno central.
El ejército paquistaní señaló que este tipo de atentados busca desestabilizar la región y socavar los esfuerzos por mantener la seguridad. Sin embargo, las críticas a la estrategia gubernamental para controlar la violencia en Baluchistán no se han hecho esperar.
Organizaciones de derechos humanos han advertido que la población civil queda atrapada en medio del conflicto. Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados han generado desplazamientos y un clima de miedo constante en las comunidades locales.
El gobierno de Pakistán ha prometido intensificar sus operaciones contra los grupos responsables de estos ataques. En los últimos meses, se han llevado a cabo múltiples redadas en la región, aunque los resultados han sido limitados frente a la persistencia de la violencia.
Este atentado se suma a una serie de incidentes que han convertido a 2024 en uno de los años más mortíferos para las fuerzas de seguridad paquistaníes. Según el Centro de Seguridad y Estudios Estratégicos, el año pasado se registraron más de 685 muertes en ataques terroristas, un récord en la última década.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el deterioro de la seguridad en Pakistán. Mientras tanto, la población de Baluchistán sigue enfrentando las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin.