Una tragedia sacude al este de Texas. Una niña de 10 años fue arrastrada por la corriente de un canal desbordado en la ciudad de Brenham, en medio de las fuertes inundaciones que azotan la región. Las autoridades locales han desplegado un operativo de búsqueda, pero las condiciones climáticas adversas complican los esfuerzos de rescate.
El incidente ocurrió el pasado domingo, cuando las intensas lluvias provocaron el desborde de canales y ríos en el condado de Washington. La menor, cuya identidad no ha sido revelada, jugaba cerca de un canal cuando fue sorprendida por la fuerza del agua. Testigos aseguran que la corriente era tan violenta que resultó imposible ayudarla en el momento.
Los equipos de rescate, integrados por bomberos, policías y voluntarios, trabajan sin descanso. Sin embargo, las autoridades han advertido que las posibilidades de encontrarla con vida disminuyen con el paso de las horas. La zona afectada sigue bajo alerta por las lluvias torrenciales que no dan tregua.
El Servicio Meteorológico Nacional ha pronosticado más tormentas en los próximos días, lo que podría agravar la situación. En varias ciudades de Texas, las inundaciones han causado estragos: carreteras bloqueadas, hogares destruidos y miles de personas evacuadas. El condado de Washington, donde ocurrió la tragedia, es uno de los más golpeados.
El jefe de policía de Brenham, Ron Parker, expresó su consternación por el suceso. En una conferencia de prensa, señaló que las condiciones del terreno, saturado por el agua, dificultan las labores de búsqueda. También hizo un llamado a la población para que evite acercarse a cuerpos de agua durante las tormentas.
Las inundaciones en Texas no son un hecho aislado. En las últimas semanas, el sur de Estados Unidos ha enfrentado una serie de fenómenos climáticos extremos. Las autoridades han vinculado estas condiciones al cambio climático, que intensifica la frecuencia y severidad de las lluvias.
La comunidad de Brenham se encuentra en estado de shock. Vecinos han organizado vigilias y cadenas de oración para apoyar a la familia de la menor. En redes sociales, circulan mensajes de solidaridad, pero también de preocupación por la falta de infraestructura adecuada para enfrentar estas emergencias.
Mientras tanto, el gobierno estatal de Texas ha declarado el estado de emergencia en varias zonas afectadas. Se han destinado recursos para asistir a las comunidades, pero las críticas no se han hecho esperar. Residentes señalan que las autoridades no actuaron con suficiente rapidez para prevenir los daños.
La desaparición de la niña ha reavivado el debate sobre la preparación de Texas ante desastres naturales. Expertos advierten que, sin medidas urgentes, tragedias como esta podrían repetirse. Por ahora, la esperanza de encontrar a la menor se desvanece, mientras las tormentas continúan azotando la región.