La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el 60% de la deuda de Pemex con sus proveedores ya está saldada, un anuncio que busca mostrar avances en la crisis financiera de la petrolera. Según la mandataria, de los más de 506 mil millones de pesos que Pemex adeudaba a finales de 2024, ya se han cubierto cerca de 300 mil millones. Sin embargo, los números no mienten: la empresa sigue siendo la más endeudada del mundo.
En su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que los pagos a proveedores se han realizado en etapas, iniciando en diciembre de 2024 y continuando hasta abril de 2025. La presidenta afirmó que esta estrategia es parte de un plan integral para rescatar a Pemex, una empresa que, según ella, fue desmantelada por administraciones pasadas. Pero, ¿es esto suficiente para sacar a flote a la petrolera?
A pesar de los anuncios, la realidad es preocupante. Pemex reportó pérdidas por 43 mil millones de pesos en el primer trimestre de 2025, una cifra que refleja la grave situación financiera de la empresa. La producción de petróleo sigue cayendo, con apenas 1.36 millones de barriles diarios en febrero, un desplome del 11.5% respecto al año anterior. Estos datos cuestionan la efectividad de las medidas del gobierno.
Sheinbaum insiste en que la reestructuración de Pemex, con una integración vertical y horizontal, traerá transparencia y fortaleza. Según la presidenta, la división en subsidiarias y filiales generó problemas administrativos que ahora se están corrigiendo. Sin embargo, los proveedores, especialmente pequeñas y medianas empresas, siguen esperando pagos atrasados que han llevado a despidos y cierres.
La deuda con proveedores no es el único problema. Pemex enfrenta una deuda financiera que ronda los 100 mil millones de dólares, una carga que limita su capacidad de inversión en exploración y producción. Mientras el gobierno promete un tope de 1.8 millones de barriles diarios para abastecer el mercado interno, los expertos dudan que esto sea viable sin un cambio radical en la gestión.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha destinado miles de millones de pesos para amortizar la deuda, pero los resultados son insuficientes. En marzo y abril de 2025, se pagaron 6 mil 400 millones de dólares a proveedores, apenas el 25.6% del total adeudado. En estados como Campeche, donde la actividad petrolera es clave, las empresas locales siguen en crisis por la falta de pagos.
Sheinbaum ha prometido que no habrá despidos masivos ni quiebras entre los proveedores, pero las asociaciones empresariales reportan una situación crítica. La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros estima que Pemex aún debe 100 mil millones de pesos a sus afiliados, muchos de los cuales no han podido facturar trabajos realizados en la transición entre gobiernos.
El panorama no mejora con las reformas energéticas promulgadas por el gobierno. Aunque Sheinbaum asegura que estas medidas fortalecerán a Pemex como empresa pública, las pérdidas acumuladas y la caída en la producción pintan un futuro incierto. La narrativa oficial choca con la realidad de una petrolera que no logra salir del hoyo.
Mientras la presidenta celebra supuestos avances, los inversionistas y analistas advierten que Pemex necesita más que promesas. La falta de un plan claro para aumentar la producción y reducir la deuda pone en riesgo no solo a la empresa, sino a las finanzas públicas del país. ¿Hasta cuándo seguirá Pemex siendo un barril sin fondo?

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¡Escándalo en Pemex! Sheinbaum presume avances, pero la deuda sigue ahogando a la petrolera
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