En un golpe más contra la delincuencia organizada, elementos de la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de la República capturaron a Jesús “N”, alias “El Chuy”, en Culiacán, Sinaloa. Este sujeto, identificado como un operador clave del Cártel de Sinaloa, enfrenta una orden de aprehensión con fines de extradición a Estados Unidos.
La detención ocurrió tras un operativo conjunto del Gabinete de Seguridad, encabezado por las fuerzas federales. Según las autoridades, “El Chuy” está vinculado a delitos graves como conspiración para distribuir cocaína, asociación delictuosa y otros crímenes relacionados con el narcotráfico transnacional.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, destacó la importancia de esta captura. A través de su cuenta en redes sociales, informó que el operativo fue resultado de labores de inteligencia coordinadas entre diversas instituciones.
“El Chuy” es considerado un integrante activo de la facción conocida como “Los Mayos”, liderada por Ismael “El Mayo” Zambada. Su arresto representa un nuevo capítulo en la lucha interna que vive el Cártel de Sinaloa, marcada por disputas entre facciones.
El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal. Las autoridades mexicanas trabajan ahora en el proceso para determinar su situación jurídica, mientras Estados Unidos espera su extradición para enfrentar cargos por narcotráfico.
Este caso se suma a una serie de detenciones de alto perfil en Sinaloa en los últimos meses. La región sigue siendo un punto caliente de violencia, donde los enfrentamientos entre grupos criminales y las fuerzas de seguridad son frecuentes.
La captura de “El Chuy” ocurre en un contexto de creciente presión internacional sobre México para combatir el tráfico de drogas. Estados Unidos ha señalado al Cártel de Sinaloa como una de las principales organizaciones responsables del flujo de fentanilo y cocaína hacia su territorio.
Pese a este tipo de operativos, la inseguridad en Sinaloa no cede. Los habitantes de Culiacán reportan un clima de tensión constante, con reportes de balaceras y presencia de grupos armados en diversas zonas de la ciudad.
La detención de figuras como “El Chuy” pone en evidencia los retos que enfrenta el gobierno federal. La lucha contra los cárteles sigue siendo un tema central, mientras la violencia continúa afectando a comunidades enteras en el país.
El futuro de “El Chuy” dependerá ahora de los procesos legales en México y la posible extradición a Estados Unidos. Por lo pronto, su captura es un recordatorio de la complejidad del combate al crimen organizado en una de las regiones más conflictivas de México.