El operativo fue encabezado por la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, con el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional. La revisión se llevó a cabo en las primeras horas del día, enfocándose en las áreas internas del penal. Los resultados son alarmantes y reflejan la falta de control en estas instalaciones.
Entre los objetos confiscados se encontraron cinco armas cortas, siete cargadores y cartuchos de diversos calibres. Además, las autoridades localizaron porciones de droga, cuya cantidad y tipo no fueron especificados en el reporte oficial. Este hallazgo pone en evidencia la facilidad con la que sustancias ilícitas circulan dentro del sistema penitenciario.
También se decomisaron 4,800 pesos en efectivo, una cantidad que, aunque no es exorbitante, levanta sospechas sobre las actividades ilícitas que podrían estar operando desde el interior del penal. La presencia de dinero en efectivo sugiere posibles redes de extorsión o sobornos dentro de la cárcel.
Otros objetos asegurados incluyen dos tijeras, dos picahielos y una navaja, herramientas que podrían ser utilizadas como armas blancas. Estos elementos no solo representan un peligro para los internos, sino que también cuestionan los protocolos de seguridad y supervisión en el Centro Penitenciario de Aguaruto.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal informó que todos los objetos confiscados fueron puestos a disposición de las autoridades ministeriales. Se espera que se realicen las investigaciones correspondientes para determinar cómo ingresaron estos materiales al penal y quiénes son los responsables.
Este decomiso se suma a una serie de incidentes similares en el penal de Aguaruto, donde en los últimos años se han encontrado desde armas de alto calibre hasta sistemas de comunicación satelital. La reincidencia de estos hallazgos apunta a una falta de acción efectiva por parte de las autoridades para garantizar la seguridad en las prisiones.
La situación en el penal de Culiacán es un reflejo de los problemas estructurales en el sistema penitenciario mexicano. La corrupción, la falta de vigilancia y la influencia de grupos criminales dentro de las cárceles son temas que han sido señalados repetidamente sin que se observe una solución clara.
El gobierno de Sinaloa, encabezado por Morena, enfrenta críticas por su incapacidad para controlar la situación en Aguaruto. La presencia de armas y drogas en una instalación que debería estar bajo estricta vigilancia es un indicio de fallas graves en la gestión penitenciaria.
Mientras las autoridades prometen investigaciones, la ciudadanía se pregunta hasta cuándo seguirán ocurriendo estos hechos. La inseguridad dentro de los penales no solo pone en riesgo a los internos, sino que también representa una amenaza para la sociedad en general, al permitir que las redes criminales operen desde el interior.

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Autoridades mexicanas descubrieron un arsenal de armas, drogas y dinero en efectivo durante una inspección sorpresa en el Centro Penitenciario de Aguaruto, en Culiacán, Sinaloa. La operación, realizada el pasado 28 de enero, expone una vez más la grave crisis de seguridad dentro de las cárceles del país.
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