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Sheinbaum usa el 5 de mayo para mandar mensaje a EU: México no se doblega

La presidenta Claudia Sheinbaum aprovechó la conmemoración del 163 aniversario de la Batalla de Puebla para enviar un mensaje contundente: México es una nación libre, soberana e independiente. Desde el Mausoleo de Ignacio Zaragoza en Puebla, la mandataria encabezó la ceremonia cívico-militar, donde insistió en que el país no aceptará injerencias extranjeras. Su discurso llega en un momento de tensiones con Estados Unidos, marcadas por presiones comerciales y políticas.
El evento, que incluyó un desfile con 3,400 militares y 12,000 estudiantes, sirvió como plataforma para que Sheinbaum reafirmara su postura. Recordó la gesta heroica de 1862, cuando el ejército mexicano derrotó a las fuerzas francesas, y la presentó como un símbolo de resistencia. Según la presidenta, esta victoria sigue inspirando a los mexicanos a defender su soberanía frente a cualquier amenaza externa.
La ceremonia no pasó desapercibida por su contexto internacional. Días antes, un artículo del Wall Street Journal señaló que el presidente estadounidense Donald Trump estaría presionando a México para permitir una mayor intervención militar de Washington contra los cárteles de la droga. Sheinbaum, sin mencionar directamente a Trump, dejó claro que México no cederá ante presiones extranjeras y que su gobierno prioriza la autonomía.
Durante su discurso, la presidenta destacó el papel de las Fuerzas Armadas como guardianes de la soberanía. También tomó protesta a 37,442 soldados del Servicio Militar Nacional, un gesto que reforzó la narrativa de unidad entre el gobierno, el ejército y el pueblo. “Somos una sola fuerza”, afirmó, subrayando que México no traicionará sus valores históricos.
El evento también tuvo un componente educativo y cultural. Sheinbaum resaltó la participación de 33 instituciones educativas en el desfile, que recorrió las principales calles de Puebla. Para la mandataria, la Batalla de Puebla no solo es un hecho histórico, sino un recordatorio de la lucha constante por la justicia y la independencia, valores que, según ella, siguen vigentes.
Las tensiones con Estados Unidos no son nuevas, pero han escalado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. Además de las presiones por temas de seguridad, el gobierno estadounidense ha impuesto aranceles a productos mexicanos, buscando forzar medidas más duras contra el narcotráfico y la migración. México, en respuesta, ha desplegado 10,000 agentes de la Guardia Nacional en la frontera, pero Sheinbaum insiste en que cualquier colaboración será en términos de igualdad.
La presidenta también hizo un guiño a los migrantes mexicanos, quienes, según ella, celebran el 5 de mayo como una de las principales conmemoraciones en el extranjero. “Nuestros hermanos migrantes llevan en el corazón la Batalla de Puebla”, dijo, conectando la gesta histórica con la identidad nacional que trasciende fronteras. Este mensaje busca reforzar el orgullo patrio en un momento de desafíos externos.
El discurso de Sheinbaum no solo fue un ejercicio de memoria histórica, sino una declaración política. Al cerrar su intervención con un “¡Viva la soberanía nacional!”, la presidenta dejó claro que su gobierno está dispuesto a enfrentar cualquier desafío para mantener la independencia del país. La conmemoración, cargada de simbolismo, se convirtió en un escenario para proyectar fortaleza frente a las presiones internacionales.
En un contexto donde la relación bilateral con Estados Unidos está bajo escrutinio, las palabras de Sheinbaum resuenan como un intento de marcar la pauta. México, según la presidenta, no se arrodillará ante ningún gobierno extranjero. La Batalla de Puebla, en su 163 aniversario, fue el telón de fondo perfecto para este mensaje de resistencia y orgullo nacional.
La ceremonia en Puebla, con su despliegue militar y cívico, mostró una imagen de unidad y determinación. Para Sheinbaum, el 5 de mayo no es solo una fecha para recordar el pasado, sino una oportunidad para reafirmar el futuro de México como una nación que no se doblega. Su liderazgo, en este primer año como presidenta, parece apostar por un discurso firme en defensa de la soberanía.

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