Un trailero fue brutalmente asesinado a balazos en el Parque Industrial Monterrey, en Apodaca, Nuevo León, en un nuevo episodio que pone en evidencia la escalada de violencia que azota la región. El crimen ocurrió en plena vía pública, generando temor entre los trabajadores y habitantes de la zona.
De acuerdo con reportes preliminares, el ataque se registró en la madrugada del sábado 4 de mayo de 2025, cuando la víctima, cuya identidad aún no ha sido revelada, se encontraba cerca de su vehículo. Vecinos alertaron a las autoridades tras escuchar múltiples detonaciones de arma de fuego en el lugar.
Elementos de la Policía Municipal de Apodaca acudieron al sitio y encontraron al hombre tendido en el pavimento, con visibles heridas de bala. Paramédicos llegaron minutos después, pero solo pudieron confirmar que el trailero ya no presentaba signos vitales.
La escena fue acordonada por las autoridades, mientras agentes de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León iniciaron las investigaciones. Hasta el momento, no se ha identificado a los responsables ni se ha determinado el móvil del crimen, aunque se especula que podría estar relacionado con la creciente presencia de grupos delictivos en la zona.
Este asesinato se suma a una serie de incidentes violentos en Apodaca, un municipio que, pese a su importancia industrial, no ha escapado de la ola de inseguridad que afecta a Nuevo León. En los últimos meses, los reportes de homicidios, asaltos y enfrentamientos han ido en aumento, sin que las autoridades locales logren contener la situación.
Trabajadores del Parque Industrial Monterrey expresaron su preocupación por la falta de seguridad en el área. Algunos señalaron que los rondines policiacos son insuficientes y que los accesos al parque no cuentan con la vigilancia necesaria para prevenir este tipo de hechos.
La muerte de este trailero pone de nuevo en el centro del debate la incapacidad del gobierno estatal y municipal para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Mientras los habitantes exigen respuestas, las autoridades se limitan a prometer investigaciones que, en muchos casos, no llegan a resultados concretos.
Este trágico suceso no solo enluta a una familia, sino que refleja el clima de miedo e incertidumbre que enfrentan diariamente los habitantes de Apodaca. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo se tomarán medidas efectivas para frenar la violencia en Nuevo León?