El partido Morena, liderado desde las altas esferas del poder en México, ha dado un paso que sacude la escena política: firmó un convenio de cooperación con el Partido Comunista de Cuba. Este acuerdo, sellado en La Habana, refuerza los lazos entre el partido gobernante y una de las dictaduras más longevas de América Latina. La noticia ha desatado una ola de críticas y cuestionamientos sobre las verdaderas intenciones de Morena.
La secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Carolina Rangel, no solo participó en la firma del convenio, sino que presumió su cercanía con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. En redes sociales, Rangel calificó el encuentro como “fraterno” y destacó la importancia de fortalecer los vínculos con el régimen cubano. Este gesto ha levantado sospechas sobre una posible influencia ideológica extranjera en el proyecto político de Morena.
El convenio, según fuentes cercanas, busca intercambiar experiencias y estrategias entre ambos partidos. Sin embargo, críticos advierten que esta alianza podría implicar un acercamiento a modelos autoritarios, alejados de los principios democráticos que México dice defender. La opacidad del acuerdo ha generado más dudas que certezas entre la ciudadanía.
No es la primera vez que Morena muestra afinidad con el régimen cubano. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se contrataron médicos cubanos para trabajar en el sistema de salud mexicano, un movimiento que fue cuestionado por su falta de transparencia y los presuntos beneficios económicos para el gobierno de la isla. Este nuevo convenio parece ser una continuación de esa relación estrecha.
La reunión entre Rangel y Díaz-Canel tuvo lugar en un contexto de creciente polarización en México. Mientras Morena consolida su poder, sus decisiones son observadas con lupa. La firma de este acuerdo ha sido interpretada por analistas como un mensaje claro: el partido busca aliados en regímenes de izquierda radical, lo que podría alejar a sectores moderados de su base electoral.
En Cuba, el Partido Comunista mantiene un control absoluto sobre la política, la economía y la sociedad desde hace más de seis décadas. La falta de libertades, la represión a disidentes y la crisis económica que azota a la isla son temas que han puesto al régimen de Díaz-Canel en el ojo del huracán. Asociarse con este modelo genera preocupación entre quienes temen un giro autoritario en México.
Las reacciones no se han hecho esperar. En redes sociales, usuarios han expresado su indignación, acusando a Morena de querer importar un sistema que ha sumido a Cuba en la pobreza y la represión. Otros, sin embargo, defienden la alianza, argumentando que se trata de una cooperación legítima entre partidos que comparten ideales de justicia social.
Este escándalo pone a Morena en una posición delicada. Mientras el partido se prepara para las próximas elecciones y busca mantener su hegemonía, decisiones como esta podrían costarle caro en términos de imagen y apoyo popular. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde está dispuesto Morena a llevar esta alianza con el comunismo cubano?

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Morena se alía con el comunismo cubano: ¡Escándalo en el corazón del poder!
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