Autoridades de Río de Janeiro detuvieron a dos personas que planeaban un ataque con explosivos caseros durante el concierto gratuito de Lady Gaga en la playa de Copacabana, realizado el pasado 3 de mayo. El evento, que atrajo a más de 1.6 millones de personas, estuvo en la mira de un grupo que buscaba causar pánico y caos.
La Policía Civil de Río de Janeiro informó que los sospechosos, identificados como parte de un grupo de extrema derecha, tenían motivaciones ideológicas relacionadas con el odio hacia la comunidad LGBTQ+. Los detenidos planeaban usar bombas caseras y cocteles molotov en lo que describieron como un “desafio colectivo” para interrumpir el espectáculo.
El concierto, parte de la iniciativa Todo Mundo No Rio, marcó el regreso de Lady Gaga a Brasil tras 13 años de ausencia. La presentación, que se llevó a cabo sin incidentes, fue un éxito masivo, con una multitud que llenó la emblemática playa carioca. Sin embargo, las investigaciones revelaron que el evento estuvo a punto de convertirse en escenario de una tragedia.
Según las autoridades, las detenciones se lograron gracias a un trabajo de inteligencia que permitió interceptar comunicaciones entre los sospechosos. Los agentes confiscaron materiales para fabricar explosivos, así como planos que detallaban cómo llevarían a cabo el ataque. La rápida acción policial evitó lo que pudo haber sido un atentado de graves consecuencias.
Los sospechosos, cuyas identidades no han sido reveladas, enfrentan cargos por terrorismo y asociación ilícita. La policía continúa investigando si hay más personas involucradas en el complot, ya que se sospecha que el grupo podría tener conexiones con otras redes extremistas en Brasil.
El evento de Lady Gaga no fue el único objetivo de este grupo. Las autoridades revelaron que los detenidos también planeaban ataques en otros eventos masivos en Río de Janeiro, buscando generar un impacto mediático. Este descubrimiento ha encendido las alertas sobre la seguridad en grandes concentraciones públicas.
La cantante no ha hecho declaraciones públicas sobre el incidente, pero su equipo de producción destacó la importancia de reforzar la seguridad en eventos de esta magnitud. El concierto, que incluyó éxitos como “Bad Romance” y temas de su nuevo álbum “Mayhem”, fue transmitido en vivo y seguido por millones en todo el mundo.
Este caso pone en evidencia los desafíos que enfrentan las autoridades para garantizar la seguridad en eventos masivos, especialmente en un contexto de polarización política y social. La actuación oportuna de la policía ha sido aplaudida, pero también ha generado preguntas sobre cómo prevenir futuros intentos de este tipo.
Brasil ha enfrentado un aumento en la actividad de grupos extremistas en los últimos años, algunos de los cuales han sido vinculados a ideologías radicales. Este incidente subraya la necesidad de mantener una vigilancia constante para proteger a la población en eventos culturales y artísticos.
El concierto de Lady Gaga, a pesar de la amenaza, dejó un mensaje de celebración y unidad. La playa de Copacabana vibró con la energía de los fans, quienes, sin saberlo, estuvieron a salvo gracias a la intervención policial.