El sábado 3 de mayo de 2025, México perdió a un ícono de su historia militar: el Sargento Primero de Transmisiones Retirado César Maximiliano Gutiérrez Marín, quien falleció a los 100 años en Jiutepec, Morelos.
Gutiérrez Marín era el último sobreviviente del legendario Escuadrón 201, conocido como las Águilas Aztecas, la única unidad militar mexicana que combatió fuera del país durante la Segunda Guerra Mundial.
Nacido el 12 de octubre de 1924 en Hermosillo, Sonora, Gutiérrez se unió al Ejército Mexicano en 1942, con apenas 17 años. Su formación en la Escuela Militar de Transmisiones lo llevó a especializarse como operador de comunicaciones, una labor clave en los campos de batalla.
En 1945, el Escuadrón 201 fue desplegado en Filipinas, donde participó en más de 90 misiones de combate contra las fuerzas japonesas. Equipados con aviones P-47D Thunderbolt, los mexicanos realizaron bombardeos y brindaron apoyo aéreo en la campaña de liberación del Pacífico.
El Sargento Gutiérrez destacó por su trabajo en el área de transmisiones, garantizando comunicaciones efectivas durante las operaciones. Su labor fue crucial para coordinar las misiones que contribuyeron al éxito de los aliados en la región.
Por su valentía, Gutiérrez recibió la medalla Servicio en el Lejano Oriente en 1945, un reconocimiento a su compromiso con México y la lucha global por la libertad. También fue condecorado con la Legión de Honor Mexicana.
Tras la guerra, el Escuadrón 201 regresó a México en noviembre de 1945, recibido con homenajes que celebraron su heroísmo. Gutiérrez continuó su carrera militar hasta su retiro en 1970, dejando un legado imborrable.
La Secretaría de la Defensa Nacional lamentó su fallecimiento, destacando que su vida fue un testimonio de amor, valor y lealtad a México. Su muerte cierra un capítulo significativo en la historia militar del país.
El legado de las Águilas Aztecas perdura en el Museo Militar de la Fuerza Aérea Mexicana y en las conmemoraciones anuales del Día de la Fuerza Aérea, recordando la contribución de México en uno de los conflictos más importantes del siglo XX.
César Maximiliano Gutiérrez Marín no solo fue un soldado, sino un símbolo de patriotismo y sacrificio, cuya memoria seguirá inspirando a las generaciones actuales y futuras.