En un país donde la desaparición de personas es una herida abierta, la organización Artículo 19 ha presentado un proyecto monumental: “Archivos de la resistencia”. Este acervo reúne más de 50,000 documentos históricos que exponen la brutal represión del Estado mexicano durante la Guerra Sucia, un periodo oscuro entre 1965 y 1990. Su objetivo es claro: preservar la memoria y ser un símbolo de lucha frente a la crisis actual de desapariciones.
La Guerra Sucia dejó una marca imborrable en México. Durante esas décadas, el gobierno persiguió a disidentes y opositores políticos con tácticas despiadadas: detenciones ilegales, torturas y desapariciones forzadas. Los documentos, ahora resguardados en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, son testimonios de un pasado que el Estado aún no reconoce plenamente. Este archivo no solo busca justicia, sino también evitar que la historia se repita.
Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19, subrayó la importancia de proteger estos archivos. Los calificó como un “testimonio de resistencia” ante un Estado que, según él, sigue sin asumir su responsabilidad por las atrocidades cometidas. La preservación de estos documentos es un acto de desafío en un contexto donde las desapariciones no cesan, con más de 127,000 personas desaparecidas desde la década de 1950, según el Registro Nacional.
Entre los donantes de estos documentos destaca Armando Rentería, exmilitante de la Liga Comunista 23 de Septiembre y preso político. Rentería recordó que en aquella época poseer un solo papel podía significar tortura o desaparición. “Eran archivos de muerte”, describió, evocando el terror que vivieron quienes se atrevieron a desafiar al régimen. Su testimonio da vida a la lucha de miles que resistieron la represión.
El proyecto no se limita a la consulta física en Tlatelolco. También se está creando un repositorio digital para que estas historias sean accesibles al público. Este esfuerzo busca democratizar la memoria, permitiendo que cualquier persona conozca los horrores de la Guerra Sucia y su conexión con la crisis actual. Es un paso hacia la verdad en un país donde la impunidad sigue siendo la norma.
Junto con el archivo, se inauguró la exposición “Vestir la represión”, disponible hasta el 23 de junio. Esta muestra, organizada por el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez de la Universidad ITESO, incluye documentos, fotografías, grabaciones y prendas de la época. La exposición busca honrar a quienes resistieron un régimen autoritario que aplastaba cualquier disidencia.
Luis Enrique González-Araiza, director del centro universitario, calificó este trabajo como “titánico”. Subrayó que recuperar la memoria colectiva es una forma de rendir homenaje a quienes lucharon contra la opresión. La exposición y el archivo son un recordatorio de que la resistencia no solo es posible, sino necesaria, en un México donde las desapariciones siguen siendo una tragedia cotidiana.
La relevancia de este proyecto trasciende el pasado. En un contexto donde la violencia y las desapariciones no dan tregua, los “Archivos de la resistencia” son un llamado a no olvidar. Son una herramienta para exigir justicia y para recordar que la lucha por los derechos humanos es una tarea inacabada. México, con su historia de dolor, necesita estos esfuerzos para sanar y avanzar.

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Archivo de la Guerra Sucia: un grito de resistencia contra las desapariciones forzadas en México
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