La noche del viernes 2 de mayo de 2025, un grupo de presuntos porros irrumpió en las inmediaciones del Colegio de Bachilleres número 5, ubicado en Tlalnepantla, Estado de México, desatando un enfrentamiento que sembró temor entre los estudiantes. El incidente ocurrió en la avenida Adolfo López Mateos, una de las zonas más transitadas del municipio.
Testigos relataron que los agresores llegaron de manera repentina y comenzaron a atacar a los alumnos que se encontraban fuera del plantel. Gritos, golpes y detonaciones de petardos resonaron en el lugar, generando pánico entre los presentes. Videos captados por estudiantes muestran a jóvenes corriendo para resguardarse.
La situación escaló rápidamente, obligando a la intervención de la Policía Municipal de Tlalnepantla. Al llegar las patrullas, los involucrados se dispersaron en diferentes direcciones, logrando que el altercado se detuviera. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni víctimas fatales, según los primeros reportes oficiales.
Este ataque no es un caso aislado. Los porros, definidos como grupos que operan dentro de instituciones educativas utilizando la violencia para intereses políticos o económicos, han sido un problema recurrente en planteles de nivel medio superior. En el Estado de México, casos similares han ocurrido en otros colegios, como el CCH Naucalpan, donde incluso se han registrado víctimas mortales.
La comunidad estudiantil del Bachilleres 5 expresó su preocupación por la falta de seguridad en los alrededores del plantel. Padres de familia y alumnos señalaron que estos incidentes afectan el ambiente escolar y generan un clima de incertidumbre. Algunos exigieron mayor vigilancia por parte de las autoridades educativas y municipales.
El gobierno de Tlalnepantla, encabezado por Raciel Pérez Cruz, no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las medidas que se tomarán para evitar futuros ataques. La ausencia de una respuesta clara alimenta las críticas sobre la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Este incidente pone en evidencia la creciente problemática de la violencia en entornos escolares. La presencia de grupos porriles, lejos de disminuir, parece fortalecerse ante la falta de estrategias efectivas para combatirlos. La ciudadanía espera que las autoridades tomen cartas en el asunto antes de que la situación derive en una tragedia mayor.
El Colegio de Bachilleres 5, conocido por ser uno de los planteles más importantes de la zona, suspendió actividades el viernes por la noche para garantizar la integridad de los alumnos. Se espera que en las próximas horas las autoridades educativas informen sobre las acciones a seguir para reforzar la seguridad en el plantel.