Una imagen generada por inteligencia artificial que muestra a Donald Trump vestido con atuendos papales ha provocado una ola de críticas en Italia. La fotografía, publicada por el propio presidente estadounidense en redes sociales, ha sido calificada como una falta de respeto hacia los católicos y las instituciones religiosas. El gesto llega en un momento sensible, a pocos días del cónclave para elegir al nuevo Papa.
Obispos y líderes religiosos italianos han expresado su indignación. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, señaló que la imagen es una ofensa a los creyentes y un insulto a la figura del Pontífice. La publicación de Trump ha generado un rechazo unánime entre las autoridades eclesiásticas, que consideran el acto una burla a la fe católica.
La controversia se intensificó porque la imagen fue compartida poco después de la muerte del Papa Francisco. Italia, inmersa en el luto y los preparativos para el cónclave, ha recibido el gesto como una provocación. Líderes religiosos han pedido respeto hacia el Vaticano y su proceso de sucesión, un momento de gran importancia para los católicos de todo el mundo.
Trump, por su parte, ha defendido la publicación como una broma. En un mensaje posterior, aseguró que no tuvo intención de ofender y que la imagen era solo un ejercicio creativo de inteligencia artificial. Sin embargo, sus palabras no han calmado las críticas, y muchos ven en su actitud una falta de sensibilidad hacia las tradiciones religiosas.
El incidente también ha generado reacciones en el ámbito político. Algunos líderes italianos han acusado a Trump de intentar desviar la atención de otros problemas globales. La imagen ha sido interpretada como un intento de mantenerse relevante en un momento en que el mundo está pendiente de los acontecimientos en el Vaticano.
La relación entre Trump y el Vaticano ya era tensa antes de este episodio. Durante su primer mandato, el Papa Francisco criticó varias de sus políticas, especialmente las relacionadas con la inmigración. La carta enviada por el Pontífice a los obispos estadounidenses en febrero de 2025, condenando las deportaciones masivas, marcó un punto de fricción que aún persiste.
Analistas señalan que este nuevo escándalo podría complicar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la Santa Sede. La elección del próximo Papa será un momento clave, y la falta de tacto de Trump podría afectar la percepción de su administración en Europa y entre los católicos de todo el mundo.
La polémica ha llegado también a las redes sociales, donde usuarios de diferentes países han debatido la imagen. Mientras algunos consideran que se trata de una simple broma, otros la ven como una falta de respeto hacia una institución milenaria. El incidente, sin duda, seguirá dando de qué hablar en los próximos días.