Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Tragedia que no se olvida: Familias recuerdan a víctimas del colapso en la Línea 12 del Metro

Cuatro años después de la tragedia que marcó a la Ciudad de México, familias de las víctimas del colapso de la Línea 12 del Metro regresaron al lugar donde todo cambió. Con flores, veladoras y el corazón roto, acudieron a rendir homenaje a sus seres queridos en el tramo entre las estaciones Olivos y Tezonco, donde el 3 de mayo de 2021 un desplome dejó 26 muertos y más de 100 heridos.
El ambiente en la zona cero era de duelo y memoria. Los asistentes colocaron ofrendas en un pequeño altar improvisado, donde las fotografías de las víctimas recordaban vidas truncadas. Una cruz de madera, amarrada a un poste, se convirtió en el centro de las oraciones y los recuerdos, mientras el silencio solo era roto por el murmullo de las plegarias.
La tragedia de la Línea 12 sigue siendo una herida abierta para quienes perdieron a un familiar o amigo. Sobrevivientes como Adriana Galván, quien aún enfrenta secuelas físicas y emocionales, expresaron su frustración por los sueños que se desvanecieron aquella noche. La vida, dicen, ya no es la misma desde que el Metro, un transporte que debería ser seguro, se convirtió en una trampa mortal.
Samuel del Águila, padre de Iber, una de las víctimas, compartió el dolor de haber perdido a su hijo de 29 años. Recordó cómo Iber, lleno de planes y alegría, solía sacarlos a cenar los fines de semana. Su voz se quiebra al hablar de la última llamada que recibió de él, minutos antes del colapso, cuando le dijo: “Ya voy, jefe”.
La exigencia de justicia sigue vigente. Familiares y vecinos denuncian que, a pesar de los informes que señalan fallas en el mantenimiento y la construcción, los responsables no han enfrentado consecuencias claras. El manto de impunidad, dicen, protege a quienes debían garantizar la seguridad de los usuarios del Metro.
En la estación Mixcoac, otro punto de conmemoración, un ataúd con un espejo y un mensaje contundente recordaba la fragilidad de la vida: “Hace cuatro años, 26 personas murieron por la corrupción. El próximo podrías ser tú”. La protesta, cargada de simbolismo, buscaba despertar la conciencia de los transeúntes sobre una tragedia que no debe repetirse.
La misa oficiada en la zona del accidente reunió a decenas de personas, desde vecinos hasta usuarios habituales de la Línea 12. El párroco llamó a la reflexión, mientras los asistentes pedían en sus oraciones que no haya más víctimas de la negligencia. “Hoy fueron ellos, mañana podemos ser nosotros”, comentó una usuaria, resumiendo el temor que aún persiste.
A lo largo del día, las muestras de solidaridad no cesaron. Peregrinos que pasaban por el lugar se detuvieron a dejar veladoras, y otros colocaron flores en el altar. La comunidad, unida por el dolor, se aferra a la memoria de las víctimas y a la esperanza de que algún día se haga justicia.
El colapso de la Línea 12 no es solo un accidente del pasado; es un recordatorio de las fallas estructurales y humanas que persisten. Las familias, con su presencia en el lugar de la tragedia, dejaron claro que no olvidarán ni permitirán que se olvide. Su lucha es por la verdad, la justicia y la garantía de que nadie más tenga que vivir su dolor.

Compartir:

Noticias Relacionadas