La noche del viernes, un violento enfrentamiento entre presuntos grupos porriles sacudió las inmediaciones del Colegio de Bachilleres número 5, ubicado en Tlalnepantla, Estado de México. El altercado, que tuvo lugar sobre la avenida Adolfo López Mateos, generó pánico entre estudiantes y vecinos de la zona.
Testigos reportaron que un grupo de jóvenes llegó al lugar y comenzó a agredir a estudiantes, desatando una pelea que escaló rápidamente. Las detonaciones de petardos resonaron en la zona, aumentando la tensión y el temor entre los presentes.
La situación obligó la intervención inmediata de la Policía Municipal, cuyas patrullas acudieron al sitio para controlar el caos. Los involucrados, al percatarse de la presencia policial, se dispersaron en distintas direcciones, dejando tras de sí una escena de desorden.
A pesar de la gravedad del incidente, no se reportaron personas lesionadas ni víctimas mortales, según los primeros reportes oficiales. Sin embargo, la comunidad estudiantil quedó conmocionada por la violencia desatada frente a su institución.
En redes sociales, se señaló la presunta participación de la agrupación Sangre Azul en el enfrentamiento. Estas acusaciones, aunque no confirmadas oficialmente, han avivado la preocupación sobre la presencia de grupos porriles en la zona.
Las autoridades educativas del plantel no han emitido declaraciones sobre los hechos, lo que ha generado molestias entre los estudiantes. La comunidad escolar ha exigido medidas concretas para garantizar su seguridad dentro y fuera de la institución.
Los porros, grupos que surgieron en el siglo XX como protectores contratados por estudiantes, han evolucionado hasta convertirse en actores vinculados a dinámicas políticas y económicas. Su presencia sigue siendo un problema recurrente en instituciones de educación media superior en México.
Tras el incidente, las autoridades locales mantienen vigilancia en la zona para evitar nuevos enfrentamientos. La tranquilidad de estudiantes y vecinos sigue en riesgo, mientras se espera una respuesta oficial que esclarezca los hechos.
Este episodio pone en evidencia los retos que enfrentan las autoridades para erradicar la violencia en entornos escolares. La comunidad de Tlalnepantla exige soluciones urgentes para proteger a los jóvenes y prevenir futuros conflictos.