La primera elección popular del Poder Judicial en México, programada para el 1 de junio, está captando la atención global. La Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) señaló que este proceso será uno de los más vigilados del mundo, marcando un precedente para la democracia en América Latina.
En una conferencia en el Instituto Nacional Electoral (INE), los observadores destacaron que su labor se centrará en los aspectos técnicos del proceso. Sin embargo, advirtieron sobre los enormes desafíos que enfrenta México, desde la organización de los comicios hasta la motivación de los ciudadanos para participar en una elección sin precedentes.
El ministro paraguayo César Rossel, líder de la misión de Uniore, resaltó la importancia de la observación nacional en este proceso. Al no haber partidos políticos involucrados, los ciudadanos tendrán un papel crucial para garantizar la transparencia de los comicios, algo que, según él, fortalecerá la conexión entre la sociedad y el Poder Judicial.
México se prepara para un evento histórico: 99.7 millones de ciudadanos podrán elegir entre más de 3,400 candidatos para renovar 881 puestos judiciales, incluyendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este volumen convierte a la elección en una de las más ambiciosas de la región, superando incluso experiencias previas en Bolivia.
Los observadores internacionales subrayaron que esta elección captará la atención de los juzgadores de toda América Latina. La independencia judicial, un reto compartido en la región, estará en el centro del debate, ya que México busca establecer un modelo que podría inspirar a otros países.
Rossel evitó opinar sobre la situación específica de la independencia judicial en México, pero aseguró que la región aspira a una mayor calidad democrática. Para él, este proceso traerá beneficios mutuos, tanto para México como para los países que observan de cerca esta experiencia única.
Entre los retos destacados está la participación ciudadana. A diferencia de las elecciones presidenciales, donde la motivación suele ser alta, los expertos temen que la afluencia a las urnas sea baja. El INE enfrenta la titánica tarea de informar a la población sobre los candidatos, especialmente porque las campañas electorales están restringidas.
La misión de Uniore ya ha sostenido reuniones con el INE, que mostró total apertura para compartir detalles del proceso. Los observadores elogiaron el compromiso de la autoridad electoral, pero insistieron en que el éxito dependerá de la participación activa de los ciudadanos.
Bolivia, el único país latinoamericano con experiencia en elecciones judiciales, sirve como referencia, aunque su escala es mucho menor. México, con su “masividad”, enfrenta un desafío sin precedentes que podría redefinir el futuro de la justicia en la región.
“Esta será una de las elecciones más observadas del mundo, categóricamente”, afirmó Rossel. A menos de un mes de los comicios, México está en el centro del escenario internacional, con la oportunidad de sentar un ejemplo para la democracia, pero también con el riesgo de tropezar bajo el escrutinio global.

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¡Elección judicial en México bajo la lupa mundial! Observadores internacionales advierten su impacto regional
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