Fuerzas federales y locales dieron un nuevo golpe a la delincuencia en el Estado de México. En un operativo conjunto, detuvieron a Brandon Salvador “N”, identificado como presunto líder de un grupo delictivo que opera en el oriente de la Ciudad de México. La captura se llevó a cabo en Coacalco, tras un cateo en un inmueble donde se escondía el sospechoso.
El operativo no fue una casualidad. Autoridades de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Defensa Nacional, la Marina, la Guardia Nacional y las fiscalías de la CDMX y el Estado de México trabajaron de manera coordinada. Gracias a labores de inteligencia, lograron ubicar a Brandon Salvador “N”, quien es señalado como uno de los principales generadores de violencia en la zona.
Durante el cateo, las autoridades no solo aseguraron al presunto líder criminal. También decomisaron 102 bolsitas con una sustancia similar a la cocaína, una bolsa con presunta marihuana, dinero en efectivo, un cartucho útil, una computadora portátil y un dispositivo móvil. Estos hallazgos refuerzan la idea de que el detenido estaba profundamente involucrado en actividades ilícitas.
El grupo delictivo liderado por Brandon Salvador “N” no es un caso menor. Se le relaciona con la venta de narcóticos, extorsión, secuestros y otros delitos que han afectado a comunidades en el oriente de la capital y en el Estado de México. Su operación ha contribuido al clima de inseguridad que enfrentan miles de ciudadanos en estas zonas.
La detención ocurre en un contexto complicado. Apenas unos días antes, en Querétaro, otro presunto integrante de una organización criminal fue capturado por delitos similares, incluyendo secuestros y homicidios. Estos operativos reflejan un esfuerzo continuo por desmantelar redes criminales, pero también evidencian la magnitud del problema.
La inseguridad en la Ciudad de México y sus alrededores sigue siendo un tema que preocupa. A pesar de acciones como esta, los ciudadanos siguen enfrentando amenazas diarias. La falta de una estrategia integral para combatir el crimen organizado genera dudas sobre si estas detenciones realmente marcarán una diferencia.
El caso de Brandon Salvador “N” pone en la mira a las autoridades. Aunque la captura es un paso adelante, la pregunta persiste: ¿qué sigue? La desarticulación de un líder no garantiza el fin de las operaciones delictivas, especialmente cuando estas redes suelen reestructurarse rápidamente.
Mientras tanto, los habitantes del oriente de la CDMX esperan resultados concretos. La violencia y el miedo no desaparecen con un solo operativo. La detención de este presunto líder es una noticia relevante, pero el camino para recuperar la seguridad aún parece largo.