La noche del pasado martes, un comando armado desató el terror en las calles de Monterrey, Nuevo León, al disparar más de 50 veces contra la fachada de una vivienda en la colonia Cumbres Elite. El ataque, que dejó la casa marcada por impactos de bala, ha encendido las alarmas sobre la creciente ola de violencia que azota la entidad.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:30 horas, cuando vecinos reportaron detonaciones en la zona. Elementos de Fuerza Civil y de la Policía Municipal acudieron al lugar, pero los agresores ya habían huido. La escena, con casquillos regados y una fachada destrozada, evidenció la magnitud del ataque.
Autoridades confirmaron que no hubo heridos ni víctimas fatales, pero el miedo se apoderó de los residentes. La vivienda baleada, según los primeros reportes, no tenía antecedentes de amenazas previas, lo que genera más incertidumbre sobre los motivos del ataque.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León ya inició una carpeta de investigación. Peritos recolectaron más de 50 casquillos de arma larga en el lugar, lo que apunta al uso de armamento de alto calibre. Sin embargo, hasta el momento, no hay detenidos ni pistas claras sobre los responsables.
Este incidente se suma a una serie de eventos violentos que han sacudido a Monterrey en los últimos meses. La ciudad, considerada un polo económico del país, enfrenta un repunte de delitos que van desde enfrentamientos entre grupos criminales hasta ataques directos como el de esta noche.
La respuesta de las autoridades locales ha sido cuestionada. Mientras los ciudadanos exigen mayor seguridad, las estrategias del gobierno estatal parecen no dar resultados. Los operativos de Fuerza Civil y los refuerzos federales no han logrado contener la escalada de violencia.
Vecinos de Cumbres Elite, una zona residencial de clase media alta, expresaron su preocupación. Muchos aseguran que la tranquilidad de su colonia se ha visto rota por este tipo de事件, lo que los lleva a dudar de la efectividad de las políticas de seguridad.
La situación en Nuevo León refleja un problema más amplio. La lucha entre grupos delictivos por el control de territorios, sumada a la falta de coordinación entre autoridades, ha dejado a la población en medio de un fuego cruzado que parece no tener fin.
Este ataque no solo deja daños materiales, sino también una sensación de vulnerabilidad. Los habitantes de Monterrey se preguntan cuánto más tendrán que esperar para recuperar la paz en sus calles. La investigación sigue en curso, pero la urgencia de respuestas es cada vez mayor.

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Comando armado ataca a balazos una casa en Monterrey: la violencia no da tregua en Nuevo León
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