Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

¡Urge apoyar a las Pymes! Moreira exige estímulos fiscales para reducir la jornada laboral a 40 horas

Rubén Moreira, líder del PRI en la Cámara de Diputados, ha puesto el dedo en la llaga al exigir estímulos fiscales y apoyos para las pequeñas y medianas empresas ante la posible reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas. La propuesta, que busca aliviar la carga económica de las Pymes, llega en un momento clave, cuando el gobierno de Morena impulsa esta reforma sin un plan claro para su implementación.
La reducción de la jornada laboral es una demanda histórica, pero su aplicación podría ser un golpe duro para las empresas que sostienen la economía mexicana. Según Moreira, sin un esquema de gradualidad y apoyos específicos, las Pymes podrían enfrentar costos insostenibles, lo que pondría en riesgo empleos y la estabilidad económica de miles de familias.
El gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha prometido una transición paulatina hacia las 40 horas semanales, pero las críticas no se han hecho esperar. La falta de claridad sobre cómo se financiará esta reforma genera incertidumbre en el sector empresarial, que teme un aumento en los costos laborales sin medidas compensatorias.
Moreira insiste en que el gobierno debe asumir su responsabilidad y no dejar a las Pymes a la deriva. Propone que se implementen programas piloto y plazos diferenciados según el tamaño de las empresas, una estrategia que ya ha funcionado en países como Chile y Colombia, donde la reducción de horas se ha aplicado de manera progresiva.
El sector empresarial, especialmente las pequeñas y medianas empresas, representa el 98% de las compañías en México y genera millones de empleos. Sin estímulos fiscales, estas empresas podrían verse obligadas a recortar personal o aumentar precios, afectando directamente a los consumidores y a la economía en general.
Por su parte, el gobierno de Morena asegura que busca un consenso con empresarios y trabajadores. Sin embargo, las mesas de diálogo anunciadas para iniciar en junio aún no tienen un rumbo definido, lo que alimenta las dudas sobre la viabilidad de la reforma en el corto plazo.
La propuesta de Moreira también pone énfasis en la necesidad de proteger los salarios de los trabajadores. La reducción de horas no debe traducirse en una disminución de ingresos, un punto en el que coinciden tanto el sector obrero como los empresarios que abogan por una transición justa.
Mientras el debate continúa, el tiempo apremia. La reforma laboral podría ser un avance histórico para los trabajadores mexicanos, pero sin un plan sólido y apoyos concretos, el sueño de las 40 horas semanales podría convertirse en una pesadilla para las Pymes y la economía nacional.

Compartir:

Noticias Relacionadas