Donald Trump no para de provocar. En un reciente evento, el presidente de Estados Unidos volvió a alardear sobre el cambio de nombre del Golfo de México, al que ahora llama “Golfo de América”. Según él, todos están “encantados” con la idea, aunque deslizó con sorna que México “no está tan emocionado”.
La declaración se dio en el marco de un discurso donde Trump defendió su decisión de renombrar el golfo, una medida que ha generado controversia desde que la firmó como orden ejecutiva en enero de 2025. El magnate insistió en que el nuevo nombre refleja el poderío de Estados Unidos en la región, ignorando siglos de historia y acuerdos internacionales.
El Golfo de México, bautizado así desde el siglo XVI, es un cuerpo de agua compartido por México, Estados Unidos y Cuba. Su nombre está reconocido por organismos como la Organización Hidrográfica Internacional, que regula la nomenclatura marítima. Sin embargo, Trump ha hecho caso omiso de estos antecedentes, argumentando que su país “hace la mayor parte del trabajo” en la zona.
En México, la respuesta no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum ha calificado la medida como una provocación y ha defendido el nombre histórico del golfo. En tono irónico, Sheinbaum propuso en su momento renombrar a Estados Unidos como “América Mexicana”, recordando que mapas antiguos usaban ese término para la región.
La polémica no es solo simbólica. El cambio de nombre, aunque solo aplica en mapas estadounidenses, ha tensado las relaciones bilaterales. México ha enviado cartas formales a Google, que adoptó el nombre “Golfo de América” en sus mapas para usuarios en Estados Unidos, exigiendo que se respete la denominación internacional.
Trump, lejos de retractarse, ha usado el tema para avivar su base de seguidores. En su discurso, también criticó al gobierno mexicano, repitiendo su narrativa de que México está “controlado por los cárteles”. Estas declaraciones han sido vistas como un intento de justificar medidas más duras, como aranceles o políticas migratorias estrictas.
En redes sociales, la reacción ha sido mixta. Mientras algunos en Estados Unidos celebran el cambio como un acto de “orgullo nacional”, en México y otros países de la región se ha interpretado como una falta de respeto. Incluso figuras públicas, como la cantante Hayley Williams, han protestado luciendo ropa con la leyenda “Golfo de México”.
La controversia pone en evidencia el estilo confrontacional de Trump, que no duda en usar gestos simbólicos para proyectar poder. Sin embargo, expertos advierten que estas provocaciones podrían complicar la cooperación en temas clave como comercio, migración y seguridad en la región.
Por ahora, el “Golfo de América” sigue siendo solo un nombre en los mapas estadounidenses. En el resto del mundo, el Golfo de México mantiene su denominación histórica, respaldada por el derecho internacional. La pregunta es cuánto más escalará esta disputa verbal entre Trump y sus vecinos.

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¡TRUMP SE BURLA DE MÉXICO Y PRESUME SU “GOLFO DE AMÉRICA”!
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