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Tragedia en Santo Domingo: 233 muertos tras el colapso de una discoteca

La madrugada del 8 de abril, la discoteca Jet Set en Santo Domingo, República Dominicana, se convirtió en escenario de una tragedia que ha conmocionado al mundo. El techo del lugar colapsó durante un concierto del reconocido merenguero Rubby Pérez, dejando un saldo devastador de 233 víctimas mortales, según el último reporte confirmado este viernes.
Entre las víctimas se encuentra el propio Rubby Pérez, una de las voces más emblemáticas del merengue dominicano, quien falleció bajo los escombros. También perdieron la vida figuras destacadas como el exbeisbolista de las Grandes Ligas Otavio Dotel, la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, el diseñador Martín Polanco y un hijo del exsenador Eduardo Estrella. La tragedia se extendió a ciudadanos de diversas nacionalidades, incluyendo 18 venezolanos, tres hispano-dominicanos, dos franceses, un haitiano, una colombiana, un italiano, un keniano y una costarricense.
El número de fallecidos creció con el reciente deceso de una mujer de 35 años, quien permanecía hospitalizada en una clínica de San Cristóbal. Sus heridas graves, complicadas por problemas renales, no pudieron ser superadas. Apenas tres días antes, su familia había hecho un llamado público para costear su tratamiento médico, reflejando la desesperación de muchos afectados.
El colapso ocurrió alrededor de la 1 de la mañana, mientras cientos de personas disfrutaban del evento. Videos grabados por asistentes muestran los momentos previos al desastre, con arena cayendo del techo y advertencias ignoradas. Segundos después, el techo se desplomó, causando la muerte instantánea de 221 personas, principalmente por traumatismos en la cabeza y el pecho, según las autoridades.
Antonio Espaillat, propietario del local y presidente de RCC Media, admitió en una entrevista que los plafones del techo se desprendían con frecuencia y que incluso ese mismo día se habían reemplazado algunos. Sin embargo, reconoció que nunca se realizó una inspección estructural a pesar de las filtraciones reportadas, lo que ha generado indignación y cuestionamientos sobre la negligencia en el mantenimiento del lugar.
Las labores de rescate, que involucraron a más de 300 socorristas, grúas, perros de búsqueda y maquinaria pesada, lograron salvar a 189 personas con vida. No obstante, más de 180 resultaron heridas, y varias permanecen en estado crítico. Imágenes aéreas muestran un cráter en el lugar donde estaba el techo, evidencia de la magnitud del colapso.
El presidente dominicano, Luis Abinader, ha insistido en que se debe esclarecer “qué pasó, por qué pasó y cómo pasó”. La Procuraduría General de la República abrió una investigación penal, mientras que la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones espera tener resultados técnicos en tres meses. Familiares de las víctimas, como la hija de Rubby Pérez, han anunciado demandas contra los propietarios por presunta negligencia.
La discoteca Jet Set, un ícono de la vida nocturna dominicana con 52 años de historia, era conocida por sus concurridas noches de merengue los lunes, atrayendo a políticos, deportistas y artistas. La tragedia ha sido comparada con otros desastres en discotecas de América Latina, superando en víctimas al incendio de Cromañón en Argentina en 2004, pero quedando por debajo del incendio en la discoteca Kiss en Brasil en 2013.
El país caribeño permanece en luto, con altares improvisados llenos de flores y velas frente al lugar del siniestro. Funerales masivos, como el de Rubby Pérez en el Teatro Nacional, han reunido a miles de personas. La comunidad internacional, incluyendo gobiernos de España, Cuba, Panamá y El Salvador, ha expresado su solidaridad con las víctimas y sus familias.
Esta tragedia, una de las peores en la historia reciente de República Dominicana, deja un profundo dolor y preguntas sin respuesta sobre la seguridad en espacios de ocio. Mientras las investigaciones avanzan, el clamor por justicia y medidas para evitar futuros desastres crece entre los dominicanos.

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