Un grupo de motociclistas sembró el terror en las calles de Toluca al perseguir y atacar un autobús de transporte público en pleno centro de la ciudad. El incidente, ocurrido la tarde del 1 de mayo, quedó grabado por las cámaras de seguridad del vehículo, mostrando la violencia con la que los agresores intentaron detener la unidad.
El autobús, identificado con el número económico 223, circulaba por la calle Santos Degollado alrededor de las 19:00 horas cuando dos motocicletas se interpusieron en su camino. Los sujetos, al menos cuatro, golpearon la unidad con objetos contundentes, rompiendo una ventanilla y causando pánico entre los pasajeros.
A pesar de los intentos de los agresores por forzar la apertura de las puertas, el conductor mantuvo la calma y aceleró para escapar. Los motociclistas no se dieron por vencidos y persiguieron al autobús por varias cuadras, bloqueando su paso e incluso intentando subirse al vehículo en movimiento.
Los pasajeros, presas del miedo, gritaban al chofer que no se detuviera y pedían alertar a la policía. La rápida reacción del conductor evitó un desenlace más grave, aunque el ataque dejó una ventanilla destrozada y a varios usuarios con crisis nerviosas.
Las autoridades locales ya investigan el caso, apoyándose en las grabaciones de las cámaras de seguridad que captaron los rostros de algunos de los agresores. La Secretaría de Seguridad del Estado de México confirmó que la Fiscalía General de Justicia abrió una carpeta de investigación por intento de asalto y daño a la propiedad.
Este incidente pone en evidencia la creciente inseguridad en el transporte público de Toluca, donde los usuarios enfrentan riesgos constantes. La falta de patrullajes efectivos y la impunidad en estos casos generan indignación entre la ciudadanía.
El Ayuntamiento de Toluca anunció que intensificará la vigilancia en las zonas de mayor tránsito y reforzará los operativos con apoyo de cámaras urbanas. Sin embargo, los ciudadanos exigen acciones concretas para garantizar su seguridad en el día a día.
Mientras tanto, los pasajeros del autobús agredido aún lidian con el trauma de lo ocurrido. Este nuevo episodio de violencia en las calles de la capital mexiquense deja claro que la delincuencia actúa sin temor, desafiando a las autoridades y poniendo en riesgo a la población.