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Morena insiste en más cambios a la Constitución para la elección judicial, pero Monreal los frena

El partido Morena ha vuelto a encender la polémica al proponer nuevas modificaciones a la Constitución mexicana, esta vez enfocadas en la elección de jueces y magistrados. La iniciativa busca ajustar el proceso para elegir al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tras detectarse un error en la reforma judicial aprobada previamente. Sin embargo, la propuesta no cuenta con el respaldo unánime dentro del propio partido.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, ha salido al paso para calificar estas nuevas reformas como innecesarias. Según el legislador, el proceso actual ya es suficientemente claro y funcional, y no requiere más cambios que puedan generar confusión o retrasos. Monreal, una figura clave en el oficialismo, parece marcar una línea de contención frente a las ambiciones de sus correligionarios.
La controversia surge porque la reforma judicial anterior, impulsada por Morena, dejó dos métodos contradictorios para la elección del presidente de la SCJN. Uno establece que los ministros elijan a su presidente, mientras que el otro permite que el Ejecutivo influya en la decisión. Esta ambigüedad ha sido criticada por expertos y opositores, quienes advierten sobre el riesgo de politizar aún más al Poder Judicial.
Morena argumenta que las nuevas modificaciones son necesarias para garantizar un proceso transparente y alineado con los principios de la llamada Cuarta Transformación. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar. Partidos de oposición, como el PAN y el PRI, acusan al oficialismo de intentar consolidar su control sobre las instituciones judiciales, debilitando la división de poderes.
Monreal, conocido por su pragmatismo, ha pedido calma dentro de su partido. En recientes declaraciones, insistió en que no hay urgencia para modificar la Constitución nuevamente y que cualquier cambio debe ser cuidadosamente analizado. Sus palabras reflejan una división interna en Morena, donde algunos legisladores buscan acelerar las reformas mientras otros prefieren evitar más conflictos.
La oposición, por su parte, ha aprovechado la situación para señalar las inconsistencias del oficialismo. Diputados como José Elías Lixa, del PAN, han advertido que las prisas de Morena por reformar la Constitución podrían derivar en errores legales que terminen en los tribunales. Este escenario, según los críticos, solo profundiza la incertidumbre en el sistema judicial mexicano.
El debate también ha generado reacciones en la sociedad civil. Organizaciones de abogados y defensores de derechos humanos han expresado su preocupación por lo que consideran un intento de Morena para limitar la independencia del Poder Judicial. Estas voces exigen un diálogo más amplio que incluya a todos los sectores antes de cualquier cambio constitucional.
Mientras tanto, la ciudadanía observa con escepticismo. La reforma judicial, que prometía democratizar la elección de jueces, ha generado más dudas que certezas. La intervención de Monreal, aunque busca apaciguar las aguas, no logra disipar las sospechas sobre las verdaderas intenciones de Morena en este nuevo capítulo de su agenda legislativa.
El futuro de estas propuestas sigue siendo incierto. Por ahora, la postura de Monreal parece haber frenado el ímpetu reformista de su partido, pero la presión interna y las críticas externas mantendrán este tema en el centro de la discusión política en los próximos meses.

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