La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su preocupación por la posibilidad de que el Poder Judicial quede bajo la influencia del crimen organizado, tras la reciente reforma judicial aprobada en México. En un comunicado, los obispos destacaron que esta situación amenaza la independencia judicial, la impartición de justicia y el estado de derecho, afectando especialmente a las víctimas de la violencia.
La CEM señaló que las reformas podrían debilitar la autonomía de los jueces, facilitando la corrupción y la infiltración de intereses criminales. Además, criticaron la falta de un debate amplio y transparente previo a la aprobación de la reforma, lo que consideran un retroceso democrático.
Los obispos hicieron un llamado al gobierno, legisladores y sociedad civil para proteger la integridad del Poder Judicial, garantizando que sirva a la justicia y no a intereses particulares o delictivos. También instaron a fortalecer las instituciones para combatir la impunidad y la inseguridad en el país.