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Condenan a 53 años de prisión por el brutal asesinato de un niño palestino en Estados Unidos

Un juez de Illinois sentenció a 53 años de cárcel a Joseph Czuba, de 73 años, por el asesinato de Wadee Alfayoumi, un niño palestino de seis años, en un crimen que ha conmocionado a Estados Unidos. El ataque ocurrió en octubre de 2023, cuando Czuba apuñaló 26 veces al menor y dejó gravemente herida a su madre, Hanan Shaheen.
El jurado determinó que el crimen fue motivado por odio, vinculado a la fe musulmana de las víctimas y al conflicto entre Israel y Hamás. Czuba, quien era el casero de la familia, cambió su actitud hacia ellos tras los ataques de Hamás en 2023, exigiendo que abandonaran la vivienda porque “los musulmanes no son bienvenidos”.
El pequeño Wadee vivía con sus padres en Plainfield, a unos 64 kilómetros de Chicago, en una casa alquilada a Czuba. Durante dos años, la relación con el casero había sido cordial, compartiendo incluso espacios como la cocina y la sala. Sin embargo, la guerra en Gaza desató un cambio drástico en el comportamiento de Czuba.
El día del ataque, Czuba irrumpió en la vivienda gritando, empujó a la madre y la apuñaló. Hanan logró refugiarse en el baño y llamó al 911, pero no pudo evitar la tragedia que le costó la vida a su hijo. La mujer sufrió más de una docena de heridas y tardó semanas en recuperarse.
Durante el juicio, las pruebas fueron contundentes: el testimonio desgarrador de Hanan, fotos de la escena del crimen y una llamada al 911 que reflejó el horror del momento. Los jurados tardaron menos de 90 minutos en declarar culpable a Czuba de asesinato, intento de asesinato y crimen de odio.
El impacto del crimen resonó en Plainfield, hogar de una gran comunidad palestina. El funeral de Wadee atrajo a multitudes, y las autoridades locales dedicaron un parque infantil en su honor. La tragedia reavivó temores sobre la discriminación antimusulmana en Estados Unidos.
En la audiencia final, el abuelo de Wadee, Mahmoud Yousef, confrontó a Czuba, exigiendo una explicación por su acto. “Una puñalada no fue suficiente”, dijo, pero el asesino permaneció en silencio. Fuera del tribunal, Yousef afirmó que el crimen está ligado a la importación de odios desde el conflicto en Medio Oriente.
La esposa de Czuba, tras el crimen, solicitó el divorcio y testificó en su contra, añadiendo peso a la condena. El caso ha dejado una marca imborrable en la comunidad y en el debate sobre el odio y la convivencia en un país diverso.

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