Un voraz incendio en una fábrica de aerosoles en la zona de El Álamo Industrial, en los límites de Guadalajara y Tlaquepaque, ha dejado un saldo trágico y ha puesto en la mira a la empresa responsable. El siniestro, ocurrido el pasado 30 de abril, provocó la muerte de dos trabajadores y dejó a una persona desaparecida, además de 26 lesionados, incluyendo a ocho bomberos. Las autoridades han iniciado investigaciones para determinar si la negligencia de la compañía contribuyó a esta tragedia.
El fuego se desató en una nave industrial ubicada en las calles Acueducto y Paseo de la Cadena, donde se almacenaban químicos altamente inflamables. Según los reportes, varias explosiones intensificaron el incendio, generando una columna de humo visible desde distintos puntos del Área Metropolitana de Guadalajara. La magnitud del desastre obligó a evacuar a más de mil 365 personas, incluyendo familias de colonias cercanas como Miravalle, La Nogalera y El Tapatío.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, señaló que la empresa no cumplía con los lineamientos de Protección Civil. La falta de extintores suficientes y otras medidas de seguridad habría contribuido a la rápida propagación del fuego. Estas revelaciones han generado indignación entre los habitantes de la zona, quienes exigen justicia y respuestas claras sobre las condiciones de operación de la fábrica.
La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco continúa con las labores de enfriamiento y búsqueda en el lugar. Equipos especializados, incluyendo binomios caninos, trabajan para localizar a la persona que permanece desaparecida. Las autoridades han indicado que la identificación de las víctimas fatales es complicada debido al estado de los restos, lo que ha añadido dolor a las familias afectadas.
El incendio no solo consumió la fábrica de aerosoles, sino que se extendió a nueve bodegas cercanas, afectando un total de 17 naves industriales. Más de 717 elementos de diversas corporaciones, incluyendo bomberos de Tonalá, Zapopan y Guadalajara, así como personal del Ejército y la Guardia Nacional, trabajaron durante horas para controlar las llamas. A pesar de los esfuerzos, el siniestro dejó una estela de destrucción en la zona.
La Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial activó una emergencia atmosférica en Tlaquepaque y Guadalajara debido a la nube tóxica generada por los químicos quemados. Aunque la calidad del aire ha mejorado, las autoridades recomendaron a la población mantenerse alerta. Este incidente ha puesto en evidencia los riesgos de operar fábricas con materiales peligrosos en áreas urbanas.
Las investigaciones apuntan a posibles negligencias en el manejo de los químicos, incluyendo un presunto derrame en el drenaje que pudo haber agravado el incendio. El Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado neutralizó el riesgo en los drenajes, pero las preguntas sobre la responsabilidad de la empresa persisten. Los peritajes determinarán si el incidente fue accidental o resultado de una falla estructural.
La tragedia ha reavivado el debate sobre la regulación de empresas que manejan sustancias peligrosas. Vecinos de El Álamo Industrial han expresado su preocupación por la cercanía de estas fábricas a zonas residenciales. Mientras tanto, las autoridades han prometido que no habrá impunidad y que se aplicarán sanciones si se comprueba que la empresa incumplió con las normas de seguridad.
Este incidente también ha destacado la labor de los cuerpos de emergencia, quienes arriesgaron sus vidas para contener el fuego y proteger a la población. Sin embargo, la pérdida de vidas y los daños materiales son un recordatorio de las consecuencias de la falta de supervisión en la industria. La comunidad espera que las investigaciones arrojen luz sobre las causas de esta tragedia y eviten que se repita en el futuro.
El incendio en El Álamo Industrial no solo es una tragedia local, sino un llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en el sector industrial. Mientras las familias afectadas buscan respuestas, la sociedad jalisciense exige que se haga justicia y que se tomen medidas para garantizar la seguridad de todos.