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Violencia descontrolada en Veracruz: cinco muertos en balacera, entre ellos un policía

Un enfrentamiento a balazos en el municipio de Cazones de Herrera, Veracruz, dejó un saldo trágico de cinco personas muertas, incluyendo un elemento de la Policía Municipal. Los hechos ocurrieron en la comunidad de Cruz Blanca, en una zona de cultivos de plátano, durante las primeras horas del 30 de abril de 2025.
Según reportes, el incidente comenzó cuando un grupo armado abrió fuego, presuntamente tras un conflicto relacionado con extorsión. Vecinos alertaron a las autoridades tras escuchar detonaciones, lo que llevó a la intervención de la Policía Municipal. En el enfrentamiento, el oficial Juan Luis Santes García perdió la vida en cumplimiento de su deber.
Entre las víctimas fatales se encuentran cuatro civiles, identificados como Amadeo Hernández, de 45 años, dueño del huerto; su hijo Bartolo Hernández, de 25 años; Cupertino, un jornalero de 50 años; y Lorenzo, de 45 años. Además, dos personas resultaron heridas y fueron trasladadas para recibir atención médica.
La balacera desató una fuerte movilización de fuerzas de seguridad, incluyendo elementos de la Policía Estatal, la Marina y la Guardia Nacional. Las autoridades han implementado un operativo en la zona para dar con los responsables, pero hasta el momento no se reportan detenciones.
Este episodio de violencia se suma a una serie de enfrentamientos en Veracruz, donde la inseguridad parece no dar tregua. Apenas un día antes, en Tlapacoyan, otro operativo dejó un presunto secuestrador abatido y cinco policías heridos, lo que refleja la gravedad de la situación en el estado.
El gobierno municipal de Cazones condenó los hechos a través de un comunicado en redes sociales, expresando sus condolencias a la familia y compañeros del oficial caído. Sin embargo, la falta de resultados concretos para frenar la violencia genera cada vez más preocupación entre la población.
La Fiscalía General del Estado ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer las circunstancias de las muertes, especialmente las de los civiles, cuya causa aún no está clara. Los peritos trabajan en la recolección de indicios en el lugar de los hechos.
Este nuevo brote de violencia pone en evidencia los retos que enfrenta Veracruz en materia de seguridad. La ciudadanía exige respuestas y acciones efectivas para garantizar la paz en una región golpeada por el crimen organizado.
Mientras tanto, los habitantes de Cruz Blanca y comunidades aledañas viven con temor, atrapados en una espiral de violencia que parece no tener fin. La tragedia de Cazones es un recordatorio de la urgencia de atender la inseguridad en el estado.
El impacto de estos eventos trasciende lo local, alimentando el debate sobre la efectividad de las estrategias de seguridad a nivel nacional. Veracruz, una vez más, está en el centro de la atención por las peores razones.

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