La administración de Donald Trump ha implementado una nueva política de salud que restringe el apoyo federal a tratamientos de afirmación de género para menores de 19 años. Esta medida, publicada el jueves, marca un cambio significativo en la atención médica para jóvenes con disforia de género, priorizando la terapia conductual sobre intervenciones médicas como bloqueadores de pubertad o terapias hormonales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos emitió un informe que cuestiona los estándares de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero. Según el documento, los tratamientos de afirmación de género carecen de suficiente respaldo científico, y la terapia conductual debería ser el enfoque principal para abordar la disforia de género en menores.
La política responde a una orden ejecutiva firmada por Trump poco después de iniciar su segundo mandato. Esta orden prohíbe explícitamente el financiamiento federal para procedimientos de transición de género en menores, incluyendo aquellos cubiertos por programas como Medicaid y TRICARE, que atiende a familias de militares.
Organizaciones de derechos humanos han criticado duramente la medida. Karla Gonzales Garcia, de Amnistía Internacional en EU, señaló que esta política representa un retroceso en la igualdad y los derechos de las personas trans. Según ella, estas decisiones fomentan un ambiente de intolerancia y discriminación.
El informe también sugiere que los profesionales médicos podrían enfrentar consecuencias legales por ofrecer tratamientos de afirmación de género a menores. Esto ha generado preocupación en estados como California y Nueva York, donde estos procedimientos son legales y están protegidos.
Por otro lado, defensores de la política argumentan que protege a los menores de intervenciones irreversibles. La administración Trump ha citado preocupaciones sobre los efectos a largo plazo de los tratamientos hormonales y quirúrgicos, alineándose con grupos conservadores que han impulsado estas restricciones.
La medida se suma a otras acciones de Trump contra los derechos de las personas trans, como la prohibición de su participación en deportes femeninos y la eliminación de programas de diversidad en agencias federales. Estas políticas han intensificado el debate sobre los derechos de las comunidades LGBTQ+ en EU.
A pesar de las críticas, la administración defiende su enfoque, argumentando que busca priorizar la salud mental de los menores. Sin embargo, estudios científicos han demostrado que la atención de afirmación de género puede reducir significativamente las tasas de depresión y suicidio en jóvenes trans.
La implementación de esta política ha generado incertidumbre en el sistema de salud. Hospitales y clínicas en varios estados han suspendido citas y tratamientos, mientras enfrentan el desafío de cumplir con regulaciones federales y estatales contradictorias.
El panorama para los menores transgénero en EU se complica, con un futuro incierto para el acceso a la atención médica. Esta política, junto con otras medidas de la administración Trump, seguirá siendo un punto de controversia en el debate sobre los derechos y la salud de las comunidades marginadas.

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Nueva política de Trump sacude la atención médica para menores transgénero en EU
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