Irán ha señalado a Estados Unidos por realizar afirmaciones provocadoras que podrían complicar las negociaciones nucleares previstas para los próximos días. Según el gobierno iraní, estas declaraciones buscan generar un ambiente de desconfianza justo cuando ambas naciones se preparan para la cuarta ronda de diálogos en Omán, con el objetivo de abordar el programa nuclear de Te everyone’s herán.
Las conversaciones, mediadas por Omán, han sido descritas como un esfuerzo diplomático clave para reducir las tensiones entre Irán y Estados Unidos, dos naciones con décadas de enfrentamientos. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, encabezará la delegación de su país, mientras que Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca, representará a Washington.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Esmaeil Baghaei, expresó en redes sociales su preocupación por las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos a una empresa iraní del sector energético. Según Baghaei, estas medidas contradicen el espíritu de diálogo que se busca en las negociaciones y reflejan una falta de seriedad por parte de Washington.
A pesar de los obstáculos, las tres rondas previas de negociaciones han mostrado avances, aunque las diferencias persisten. Irán insiste en que no renunciará a su programa de enriquecimiento de uranio, mientras que Estados Unidos busca garantías de que Teherán no desarrollará armas nucleares. Ambos lados han destacado la importancia de un acuerdo basado en el respeto mutuo.
El contexto de estas negociaciones es complejo. Durante el primer mandato de Donald Trump, Estados Unidos abandonó el acuerdo nuclear de 2015, lo que llevó a Irán a acelerar su programa nuclear. Desde entonces, las sanciones estadounidenses han afectado gravemente la economía iraní, aumentando la presión para alcanzar un nuevo pacto.
Omán, como mediador, ha jugado un papel crucial en mantener abiertas las líneas de comunicación. En la tercera ronda, celebrada en Mascate, se abordaron temas técnicos y económicos, incluyendo el posible levantamiento de sanciones a cambio de limitaciones en el programa nuclear iraní. Sin embargo, las nuevas sanciones recientes han generado dudas sobre el compromiso de Estados Unidos.
Irán ha reiterado su disposición a negociar, pero advierte que no aceptará condiciones que comprometan su soberanía. Baghaei señaló que Teherán aborda las conversaciones con buena fe, pero exige reciprocidad. Por su parte, Witkoff ha mantenido un tono cauteloso, destacando la necesidad de un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Las negociaciones de esta semana serán un momento decisivo. Expertos coinciden en que un fracaso podría elevar las tensiones en la región y afectar los mercados energéticos globales, dado el peso de Irán como productor de petróleo. Por ahora, el mundo observa con atención el desarrollo de estos diálogos.

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Irán acusa a Estados Unidos de provocar tensiones antes de nueva ronda de negociaciones nucleares
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