Rodolfo Márquez, conocido como Fofo Márquez, ha sido sentenciado a 17 años y seis meses de prisión por el delito de tentativa de feminicidio, según confirmaron autoridades judiciales del Estado de México. La decisión, ratificada el 3 de febrero de 2025, marca un capítulo final en un caso que conmocionó a la opinión pública tras la difusión de un video que mostró la brutal agresión del influencer contra una mujer.
El incidente ocurrió el 22 de febrero de 2024 en un estacionamiento de Naucalpan, Estado de México. Todo comenzó con un altercado vial menor, cuando Edith, una mujer de 52 años, rozó accidentalmente el espejo del vehículo de Márquez. Las cámaras de seguridad captaron cómo el influencer descendió de su camioneta y, sin mediar diálogo, golpeó repetidamente a la víctima, quien terminó en el suelo con heridas visibles.
La evidencia en video fue clave para la condena. En las imágenes, se observa a Márquez propinando puñetazos y patadas a Edith, acompañado de insultos misóginos. El juez José Del Carmen Vilchis Ramos, del Tribunal de Enjuiciamiento de Tlalnepantla, destacó la violencia premeditada y la vulnerabilidad de la víctima como agravantes para dictar una sentencia intermedia, dentro del rango de 13 a 46 años que establece el Código Penal del Estado de México.
Además de la pena de prisión, Márquez deberá pagar una multa de 67 mil 313 pesos y una reparación del daño moral y material por 277 mil 400 pesos. El juez también ordenó que el influencer reciba tratamiento psicológico con perspectiva de género durante dos años, una medida poco común que busca abordar las actitudes que llevaron al delito.
Edith, la víctima, expresó un sentimiento agridulce tras la sentencia. Aunque reconoció que la justicia actuó, señaló que hubiera preferido una pena más severa. En declaraciones a medios, afirmó sentirse intimidada por la familia de Márquez durante las audiencias y expresó temor por su seguridad, responsabilizando directamente a los allegados del influencer ante cualquier represalia.
El caso de Fofo Márquez desató una ola de indignación en redes sociales, donde el influencer era conocido por presumir una vida de lujos y excesos. Antes del incidente, su contenido en plataformas como YouTube y TikTok giraba en torno a autos de lujo, fiestas y animales exóticos, como un jaguar que mostraba en videos. Este estilo de vida, financiado en parte por su fallecido padre, un empresario, contrastó con la gravedad de sus acciones.
La sentencia también ha puesto en el centro del debate la violencia de género en México. La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció al respecto, subrayando una postura de “cero impunidad” frente al feminicidio. Sin embargo, el caso expone la persistencia de agresiones contra mujeres y la falta de medidas efectivas para prevenirlas, en un país donde la inseguridad sigue siendo un problema alarmante.
Por otro lado, la defensa de Márquez no se ha dado por vencida. Su hermano, Rodrigo Márquez, anunció que apelarán la sentencia, argumentando supuestas irregularidades en el proceso. Además, un video que circuló recientemente, mostrando a custodios del penal de Barrientos agrediendo al influencer, llevó a su traslado al penal de Texcoco y a la destitución de la directora del centro penitenciario.
El proceso judicial de Fofo Márquez ha sido seguido de cerca por la opinión pública, no solo por la gravedad del delito, sino por lo que representa: un influencer que, lejos de ser un modelo a seguir, usó su posición para actuar con violencia e impunidad. La condena, aunque significativa, no borra el trauma de la víctima ni resuelve las profundas fallas en el sistema de seguridad que permiten que casos como este sigan ocurriendo.
A sus 27 años, Márquez enfrentará la mayor parte de su condena en el penal de Texcoco, donde permanecerá hasta los 44 años. Este caso, que comenzó con un video viral, deja una lección clara: la justicia puede tardar, pero la violencia contra las mujeres no puede seguir siendo tolerada.