En Nuevo León, un dato alarmante revela la precaria situación laboral: solo el 50.7% de la población ocupada recibe una remuneración por su trabajo. Esto significa que casi la mitad de los trabajadores en el estado enfrenta condiciones de informalidad o falta de ingresos estables, según un reciente reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El informe, basado en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del primer trimestre de 2025, expone que de los 3.02 millones de personas ocupadas en la entidad, únicamente 1.53 millones perciben un salario. Esto coloca a Nuevo León en una posición vulnerable, a pesar de su reputación como un motor económico del país.
La informalidad laboral es un problema persistente. El 33.29% de los trabajadores en el estado carece de prestaciones o un vínculo laboral formal, lo que los deja sin seguridad social ni estabilidad económica. Esta cifra, aunque es la cuarta más baja a nivel nacional, sigue siendo preocupante para una entidad que presume un crecimiento económico del 4.11% en los últimos dos trimestres.
Otro dato crítico es la brecha de género. Las mujeres en Nuevo León enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos remunerados, con una tasa de participación en el mercado laboral menor que la de los hombres. Esta desigualdad agrava la crisis, ya que muchas mujeres se ven obligadas a trabajar en condiciones precarias o sin remuneración.
El gobierno estatal, encabezado por Samuel García, ha destacado el crecimiento económico y la llegada de inversiones extranjeras, pero estos números muestran una realidad distinta. La bonanza económica no se está traduciendo en mejores condiciones para la mayoría de los trabajadores, lo que genera cuestionamientos sobre las políticas laborales en la entidad.
Organizaciones civiles y expertos han señalado la necesidad de implementar estrategias que promuevan el empleo formal. Propuestas como el Sistema Integral de Cuidados, que busca apoyar a mujeres con responsabilidades de cuidado, podrían ser clave para reducir la brecha de género y mejorar el acceso a trabajos remunerados.
A pesar de los avances en indicadores económicos, como el aumento del 10.4% en las remuneraciones a trabajadores asalariados en 2024, la situación sigue siendo crítica. Nuevo León es el tercer estado que más contribuye al crecimiento de remuneraciones a nivel nacional, pero esto no beneficia a toda la población ocupada.
La pobreza laboral también es un desafío. Con un 20.36% de la población en esta condición, el estado ocupa el tercer lugar con mejor desempeño en 2025, pero aún hay 971 mil personas en pobreza y 64.9 mil en pobreza extrema. Estos números reflejan que el crecimiento económico no está llegando a los sectores más vulnerables.
La falta de acción contundente para combatir la informalidad y la desigualdad laboral pone en riesgo el desarrollo social de Nuevo León. Mientras el estado se prepara para eventos como el Mundial FIFA 2026, que atraerá a millones de turistas, la pregunta es si podrá resolver esta crisis que afecta a la mitad de su fuerza laboral.
El panorama laboral en Nuevo León exige atención urgente. Los datos del Inegi son un llamado a replantear las prioridades del gobierno estatal y a buscar soluciones que garanticen empleos dignos y remunerados para todos los habitantes de la entidad.

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Apenas la mitad de la población en Nuevo León recibe un salario: crisis laboral en el estado
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