Un enfrentamiento armado en la autopista a Nuevo Laredo, en Vallecillo, Nuevo León, dejó un saldo trágico: un agente ministerial muerto y otro gravemente herido. Los hechos ocurrieron la mañana de este jueves, cuando elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones fueron emboscados por un grupo de sicarios, presuntamente ligados al Cártel del Noreste.
El agente herido fue trasladado de emergencia en helicóptero hacia Monterrey, donde fue internado en el Hospital Oca. Las autoridades cerraron la avenida Pino Suárez para facilitar su traslado en ambulancia, generando caos vial en el centro de la ciudad. Su estado de salud se reporta como crítico.
El agente fallecido, identificado como Juan Antonio, formaba parte de un operativo antisecuestros en la zona. Durante el enfrentamiento, también murió uno de los agresores, mientras que otros lograron escapar. La violencia en esta región rural de Nuevo León ha encendido las alarmas entre la población.
La autopista a Nuevo Laredo, en el kilómetro 98, fue el escenario de esta balacera que expone, una vez más, la fragilidad de la seguridad en el estado. Los agentes fueron atacados con armas de alto calibre, lo que desató un intenso intercambio de disparos.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León ha iniciado una investigación para dar con los responsables. Sin embargo, la falta de avances concretos en operativos similares genera dudas sobre la efectividad de las autoridades para frenar la delincuencia organizada.
Este incidente se suma a una serie de enfrentamientos en la zona norte del estado, donde grupos criminales disputan el control del territorio. Apenas el pasado agosto, tres policías de Fuerza Civil resultaron heridos en un hecho similar en Vallecillo, también trasladados en helicóptero.
La ciudadanía de Nuevo León vive con temor ante el recrudecimiento de la violencia. Las autoridades estatales, encabezadas por el gobierno de Samuel García, enfrentan críticas por no implementar estrategias efectivas contra el crimen organizado que azota la región.
El traslado del agente herido requirió un operativo conjunto entre la Agencia Estatal de Investigaciones, Protección Civil, Tránsito de Monterrey y Cruz Roja. La movilización de recursos refleja la gravedad del incidente, pero también la incapacidad de prevenir estos ataques.
La muerte de Juan Antonio, un oficial dedicado a combatir el secuestro, pone en evidencia los riesgos que enfrentan los elementos de seguridad en Nuevo León. Su sacrificio no pasa desapercibido, pero la pregunta persiste: ¿hasta cuándo seguirá la violencia sin control en el estado?