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Trump da un giro en su guerra comercial: nueva orden ejecutiva para frenar la acumulación de aranceles

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que busca poner freno a la acumulación de aranceles sobre un mismo producto. Esta medida, anunciada el martes 29 de abril de 2025, llega como un intento de suavizar las tensiones generadas por su agresiva política comercial, que ha sacudido los mercados globales y afectado a consumidores y empresas.
La orden establece un procedimiento claro para determinar cuál de los múltiples aranceles aplicará a un producto cuando este esté sujeto a más de uno. Trump justificó la decisión al señalar que la acumulación de tasas resulta excesiva y no cumple con los objetivos de su estrategia comercial. Según el mandatario, esta acción busca dar certidumbre a los sectores económicos afectados.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha implementado aranceles significativos, como el 10% general a importaciones de 184 países y hasta un 145% a productos chinos. Estas medidas han generado críticas por su impacto en los precios y las cadenas de suministro globales. La nueva orden ejecutiva parece ser una respuesta a las presiones de los mercados y las industrias.
En paralelo, Trump anunció un acuerdo con fabricantes de automóviles estadounidenses para aliviar los aranceles sobre este sector durante los próximos dos años. El objetivo es apoyar a la industria automotriz, que enfrenta desafíos por la falta de piezas y la competencia extranjera. El presidente aseguró que se trata de una medida temporal para facilitar la transición.
La guerra comercial desatada por Trump ha tenido repercusiones globales. Países como China han respondido con represalias, mientras que la Unión Europea ha implementado contramedidas por valor de 21 mil millones de euros. Estas tensiones han generado incertidumbre en los mercados, con caídas en las bolsas y advertencias de posibles recesiones.
En Estados Unidos, los consumidores ya enfrentan aumentos de precios en productos como alimentos, ropa y electrónicos. Ejecutivos de supermercados han señalado que bienes importados, desde café hasta mariscos, se encarecerán en las próximas semanas. Esto ha avivado los temores de una inflación persistente en el país.
Analistas advierten que, aunque la nueva orden ejecutiva podría mitigar algunos efectos negativos, no resuelve los problemas estructurales de la política arancelaria de Trump. Economistas como Jamie Dimon, de JPMorgan Chase, han señalado que una recesión sigue siendo un riesgo probable si las tensiones comerciales continúan escalando.
La medida también refleja un cambio táctico en la estrategia de Trump, quien enfrenta críticas por el impacto de los aranceles en su popularidad. A cien días de su regreso al poder, el presidente busca proyectar una imagen de flexibilidad sin abandonar su discurso proteccionista.
A nivel internacional, las negociaciones comerciales se intensifican. Países como Japón y México han iniciado diálogos con Washington para buscar exenciones o acuerdos. Sin embargo, China sigue siendo el principal foco de tensión, con aranceles que podrían alcanzar el 245% en respuesta a sus medidas de represalia.
El panorama económico global permanece incierto. Mientras Trump ajusta su estrategia, los efectos de sus políticas seguirán marcando la agenda comercial y financiera en los próximos meses, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

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