La temporada de huracanes 2025 ya está a la vuelta de la esquina, y Guadalajara enfrenta un panorama preocupante. Según las autoridades, varias zonas de la ciudad están en alto riesgo de inundaciones debido a las fuertes lluvias que se esperan en los próximos meses. La combinación de infraestructura urbana deficiente y el aumento de tormentas intensas pone en alerta a los habitantes.
La Secretaría de Marina pronosticó que este año podrían formarse hasta 36 ciclones tropicales entre el Pacífico y el Atlántico. En Jalisco, se espera que al menos ocho de estos fenómenos alcancen categoría de huracán. Aunque no todos tocarán tierra, las lluvias asociadas representan un peligro significativo para la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde los sistemas de drenaje suelen colapsar.
Entre las áreas más vulnerables se encuentra el cruce de López Mateos y Mariano Otero, un punto crítico donde el agua se acumula rápidamente durante las tormentas. Las corrientes en esta zona han causado estragos en el pasado, dejando vehículos varados y afectando la movilidad de miles de personas. Las autoridades advierten que cruzar esta intersección durante lluvias fuertes es extremadamente peligroso.
Otro punto de alto riesgo es la avenida Malecón, desde el parque de la Solidaridad hasta el Periférico. Las aguas que provienen de canales a cielo abierto en Tonalá generan inundaciones severas en esta área. Residentes y automovilistas deben extremar precauciones, ya que la fuerza del agua puede arrastrar objetos y poner en riesgo vidas.
En Zapopan, el arroyo El Garabato, conectado con el cauce que baja desde La Primavera, es una amenaza constante. Este arroyo puede crecer en minutos, como ocurrió en julio de 2021, cuando 300 viviendas resultaron dañadas. Tragedias como la de la adolescente Paola, arrastrada por la corriente, son un recordatorio de la peligrosidad de estas zonas.
Tlajomulco no se queda atrás, con el arroyo El Colorado y El Chirimoyo como focos rojos. Estos cauces han causado incidentes graves, como el reciente caso de dos adultos mayores arrastrados por la corriente. Las autoridades locales han intensificado los operativos de búsqueda, pero la falta de infraestructura adecuada sigue siendo un problema recurrente.
La temporada de lluvias en Jalisco comenzará oficialmente el 15 de mayo, aunque las primeras precipitaciones podrían llegar a finales de este mes. Agosto, septiembre y octubre serán los meses más críticos, con tormentas intensas que podrían agravar las condiciones en las zonas de riesgo. La ausencia de fenómenos como El Niño o La Niña este año complica aún más los pronósticos.
Las autoridades han iniciado labores de desazolve y mantenimiento de alcantarillas, pero los expertos señalan que estas medidas son insuficientes. La urbanización excesiva y la falta de planeación han reducido la capacidad de los cauces naturales, aumentando el riesgo de inundaciones. Los ciudadanos deben estar atentos a las alertas de Protección Civil y evitar transitar por áreas peligrosas durante las tormentas.
Herramientas como el sistema de Alerta Temprana GuaZap, disponible en WhatsApp y Telegram, permiten a los habitantes recibir pronósticos en tiempo real. El Radar Doppler de la Universidad de Guadalajara también monitorea la formación de nubes y tormentas, ayudando a prevenir tragedias. Sin embargo, la responsabilidad recae en gran medida en la preparación individual.
La temporada de huracanes 2025 representa un desafío para Guadalajara. Con 73 fallecidos por lluvias en Jalisco desde 2019, la urgencia de mejorar la infraestructura y la planeación urbana es evidente. Mientras tanto, los habitantes de las zonas de riesgo deben mantenerse informados y tomar precauciones para protegerse ante las tormentas que se avecinan.

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Riesgo inminente en Guadalajara: Estas zonas podrían inundarse durante la temporada de huracanes 2025
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