En un movimiento inesperado, autoridades federales y estatales irrumpieron este miércoles en la Pulga Río, uno de los mercados más emblemáticos de Monterrey, Nuevo León. El objetivo: desmantelar la presunta venta de productos piratas que inundan los pasillos de este popular centro comercial.
Elementos de la Secretaría de Comercio Exterior, apoyados por la Guardia Nacional y la Policía Estatal, recorrieron los puestos inspeccionando mercancías. Ropa de marca, artículos deportivos, perfumes e incluso botellas de whisky y vino fueron revisados minuciosamente. La sospecha es que muchos de estos productos son falsificaciones que violan las leyes de propiedad intelectual.
La Pulga Río, con más de tres décadas de tradición en la ciudad, es conocida por ofrecer una amplia variedad de productos a precios accesibles. Sin embargo, no es la primera vez que enfrenta señalamientos por la venta de mercancía apócrifa. En años anteriores, operativos similares han sacudido el lugar, dejando a comerciantes y compradores en alerta.
Durante el operativo, los agentes confiscaron cientos de artículos sospechosos. Bolsas de diseñador, tenis de marcas reconocidas y electrónicos de dudosa procedencia fueron retirados de los puestos. Algunos comerciantes defendieron la autenticidad de sus productos, mientras otros optaron por cerrar temporalmente para evitar problemas.
Las autoridades no han revelado el número exacto de detenciones, pero se sabe que varios vendedores fueron interrogados en el lugar. Los productos asegurados serán analizados para determinar si efectivamente son falsificaciones, lo que podría derivar en sanciones severas para los responsables.
Este tipo de operativos refleja el esfuerzo del gobierno por combatir el comercio informal y la piratería, que generan pérdidas millonarias a las marcas originales. Sin embargo, también levanta preguntas sobre el impacto en los pequeños comerciantes, muchos de los cuales dependen de estas ventas para sobrevivir.
La Pulga Río, ubicada en la avenida Constitución, es un punto de encuentro para miles de regiomontanos que buscan ofertas. A pesar de su popularidad, los señalamientos por venta de productos piratas han empañado su reputación en más de una ocasión.
El operativo de este miércoles no solo pone en la mira a los vendedores, sino también a las autoridades locales. La ciudadanía se pregunta por qué estos problemas persisten en un lugar tan conocido y vigilado. Por ahora, la Pulga Río sigue bajo escrutinio, y los compradores deberán estar más atentos que nunca.