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La deuda pública de México alcanza niveles alarmantes: 49.9% del PIB en 2025

La deuda pública de México ha escalado a un preocupante 49.9% del Producto Interno Bruto durante el primer trimestre de 2025, según datos oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Este incremento refleja un salto significativo respecto al 46.7% registrado en el mismo periodo del año anterior, marcando un nuevo desafío para las finanzas del país.
En términos monetarios, la deuda neta total asciende a 17.92 billones de pesos, equivalentes a unos 882 mil millones de dólares. Este monto representa un crecimiento real del 12% en comparación con los 15.43 billones de pesos reportados en marzo de 2024, lo que pone en evidencia un aumento sustancial en el endeudamiento nacional.
A pesar de las cifras, Hacienda asegura que la deuda se mantiene en un nivel sostenible. Argumentan que las operaciones de financiamiento realizadas en el trimestre atrajeron una demanda histórica de inversionistas, lo que, según ellos, fortalece el perfil crediticio de México y refleja la confianza de los mercados en la gestión económica del gobierno.
Sin embargo, el panorama no es tan optimista si se considera el contexto económico global. La economía mexicana enfrenta retos como la desaceleración del crecimiento, que en 2024 cerró con un modesto 1.5%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Este bajo desempeño económico limita la capacidad del país para generar ingresos que compensen el creciente endeudamiento.
Otro factor que preocupa es el déficit presupuestario, que en 2024 alcanzó el 4.9% del PIB, aunque fue menor a lo proyectado. Los Requerimientos Financieros del Sector Público también se situaron en un 5.7% del PIB, lo que indica una presión constante sobre las finanzas públicas para cubrir los gastos del gobierno.
El aumento en la deuda coincide con un gasto público elevado, especialmente en programas sociales y proyectos de infraestructura impulsados durante el sexenio anterior. Este enfoque, aunque popular, ha generado cuestionamientos sobre su sostenibilidad a largo plazo, ya que los recursos utilizados no siempre se traducen en un crecimiento económico robusto.
Por otro lado, la recaudación tributaria ha mostrado un desempeño sólido, alcanzando un máximo histórico de 14.6% del PIB en 2024. Este logro, impulsado por mayores ingresos provenientes del Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado, ha permitido al gobierno contar con una base de ingresos más robusta para 2025.
Aun así, el incremento de la deuda pública plantea interrogantes sobre el rumbo económico del país. Mientras el gobierno federal insiste en que las finanzas públicas están bajo control, los analistas advierten que un endeudamiento cercano al 50% del PIB podría limitar la capacidad de México para responder a futuras crisis económicas.
El desafío para la administración actual será equilibrar el gasto público con un crecimiento económico más dinámico. Sin una estrategia clara para reducir la dependencia del endeudamiento, México podría enfrentar mayores dificultades para mantener la estabilidad fiscal en los próximos años.
Las cifras presentadas por Hacienda son un recordatorio de la importancia de una gestión económica responsable. El debate sobre cómo manejar la deuda pública seguirá siendo un tema central en la agenda nacional, especialmente en un contexto de incertidumbre global y retos internos.

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