Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, compareció ante el Senado para defender la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030, asegurando que no existe una política fallida en el combate a la inseguridad. Sus declaraciones llegan en un momento crítico, con el país sumido en una ola de violencia que parece no ceder.
El secretario afirmó que la estrategia del gobierno federal, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, está dando resultados concretos. Sin embargo, los índices de criminalidad, como homicidios y desapariciones, siguen siendo una preocupación constante para los mexicanos, quienes exigen acciones más efectivas.
Durante su presentación, García Harfuch destacó cuatro ejes principales: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de inteligencia e investigación, y coordinación con los estados. Según él, estos pilares son clave para reducir los delitos de alto impacto, aunque no ofreció detalles específicos sobre metas alcanzadas.
Las críticas no se hicieron esperar. Senadores de oposición, particularmente del PAN y el PRI, cuestionaron la efectividad de la estrategia, señalando que los datos oficiales muestran un aumento en los casos de personas desaparecidas y una manipulación en las cifras de homicidios. Acusaron al gobierno de maquillar la realidad para aparentar avances.
Un punto álgido fue el diagnóstico presentado por García Harfuch, que revela que en la mitad del país los policías no ganan un salario mínimo digno. Este dato, considerado alarmante por analistas, pone en evidencia las condiciones precarias de las fuerzas de seguridad, lo que dificulta su capacidad para enfrentar al crimen organizado.
El senador Ricardo Anaya, coordinador del PAN, insistió en que el gobierno debe reconocer los errores de la estrategia previa de “abrazos, no balazos”, heredada del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Para la oposición, la continuidad de esta política ha permitido que los cárteles ganen terreno en varias regiones.
García Harfuch, por su parte, defendió los operativos recientes, como “Enjambre” en el Estado de México y “Limpieza” contra productos piratas, como ejemplos de un cambio en la dinámica de seguridad. Sin embargo, los resultados de estos operativos aún no se traducen en una percepción de mayor tranquilidad para la población.
La comparecencia, realizada a puerta cerrada y sin debate público, generó controversia. Hace seis años, la presentación de la estrategia de seguridad fue un evento abierto, pero esta vez el gobierno optó por la opacidad, lo que ha alimentado las sospechas de falta de transparencia.
Mientras tanto, la violencia no da tregua. Narcobloqueos, enfrentamientos armados y hallazgos como el “narcorrancho” en Jalisco son recordatorios de la magnitud del problema. Las familias de las víctimas y los colectivos de desaparecidos siguen exigiendo justicia y resultados tangibles.
La discusión sobre la Estrategia Nacional de Seguridad Pública continuará en el Senado, pero la ciudadanía espera más que discursos. Con la inseguridad como uno de los principales retos del gobierno de Sheinbaum, el tiempo dirá si las promesas de García Harfuch se convierten en realidad o se suman a la lista de buenas intenciones.

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¡García Harfuch defiende estrategia de seguridad en medio de críticas y violencia desatada!
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