El Senado de México dio luz verde a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum. Con 104 votos a favor, 16 en contra y una abstención, el plan impulsado por el gobierno de Morena busca transformar la política de seguridad del país. Sin embargo, la votación dejó en evidencia las divisiones en la oposición, con posturas encontradas que reflejan la polarización política.
La estrategia, encabezada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, promete cambios estructurales para combatir la delincuencia. Durante su comparecencia ante el Senado, Harfuch defendió el plan, destacando que en los primeros seis meses del gobierno se han detenido a más de 17 mil personas y asegurado 140 toneladas de droga. Estas cifras, según él, demuestran que la estrategia ya está dando resultados.
El plan se basa en cuatro ejes principales: atención a las causas de la violencia, fortalecimiento de la Guardia Nacional, mejora en inteligencia e investigación, y mayor coordinación con estados y municipios. Según el gobierno, esta estrategia da continuidad a las políticas iniciadas por Andrés Manuel López Obrador, pero con un enfoque renovado para enfrentar los retos actuales de inseguridad.
A pesar del respaldo mayoritario, la oposición mostró fisuras. Senadores de Movimiento Ciudadano y algunos del PAN, como Ricardo Anaya, apoyaron el plan, reconociendo su enfoque en fortalecer a la Guardia Nacional y las fiscalías estatales. Sin embargo, figuras como Marko Cortés y Lilly Téllez del PAN, junto con legisladores del PRI, votaron en contra, cuestionando la efectividad de las medidas.
Los críticos argumentan que la estrategia no aborda de fondo el aumento de la violencia en estados como Sinaloa, Guerrero y Chiapas. Senadores como Manuel Añorve del PRI señalaron que el gobierno no ha logrado pacificar el país, a pesar de los números presentados por Harfuch. La oposición insiste en que se necesitan acciones más contundentes contra el crimen organizado.
Por su parte, Morena y sus aliados celebraron la aprobación como un paso hacia la consolidación de su proyecto de seguridad. El senador Clemente Castañeda de Movimiento Ciudadano destacó que el plan merece respaldo por su enfoque integral, aunque reconoció que los resultados aún son limitados. La votación refleja un intento del oficialismo por mostrar unidad en un tema tan sensible para los mexicanos.
La estrategia de Sheinbaum llega en un contexto de creciente preocupación por la inseguridad. Los ciudadanos siguen exigiendo resultados concretos, mientras el gobierno enfrenta el reto de demostrar que sus promesas se traducirán en hechos. La división en el Senado pone de manifiesto que el camino hacia la paz sigue siendo un terreno lleno de obstáculos.
Este debate en el Senado no solo define el rumbo de la seguridad en México, sino que también evidencia las tensiones políticas en un país donde la delincuencia sigue siendo una de las principales preocupaciones. La estrategia de Sheinbaum y Harfuch está ahora bajo el escrutinio público, y su éxito o fracaso podría marcar el resto del sexenio.

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¡El Senado aprueba la estrategia de seguridad de Sheinbaum, pero la oposición se fractura en el voto!
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