Un diputado de Movimiento Ciudadano vivió momentos de tensión al quedar atrapado durante una hora en un elevador del Congreso de Nuevo León. El incidente, que ocurrió este 30 de abril de 2025, expone nuevamente las fallas en la infraestructura del recinto legislativo, un problema que parece no encontrar solución.
El legislador, cuya identidad no fue revelada, se encontraba utilizando uno de los ascensores del edificio cuando este se detuvo abruptamente. A pesar de los esfuerzos por liberarlo, pasaron 60 minutos antes de que pudiera salir. Testigos aseguran que el diputado mantuvo la calma, aunque la situación generó preocupación entre sus compañeros y el personal del Congreso.
Este no es un caso aislado. Desde finales de 2024, los elevadores del Congreso han presentado fallas recurrentes. Uno de ellos fue clausurado en diciembre por desperfectos, y otro dejó de funcionar semanas atrás, dejando solo un ascensor operativo. La situación ha obligado a empleados y legisladores a usar las escaleras, incluso en un edificio de 10 pisos.
La falta de mantenimiento en el Congreso de Nuevo León ha sido un tema recurrente. Fuentes legislativas han señalado que los elevadores restantes operan de manera insegura, lo que representa un riesgo para quienes trabajan o visitan el recinto. Algunos empleados han optado por esperar largos minutos para usar el único ascensor funcional, mientras otros enfrentan el reto físico de subir varios pisos a pie.
El incidente del diputado atrapado ha avivado las críticas hacia la administración del Congreso. Aunque no se trata de un gobierno de Morena, las fallas estructurales reflejan una gestión deficiente que afecta el desempeño de las actividades legislativas. Diputados de oposición han exigido una solución inmediata, pero hasta ahora no hay claridad sobre cuándo se repararán los elevadores.
La situación también ha generado comentarios entre los legisladores. Algunos, como el diputado del PRI Javier Caballero, han bromeado sobre la necesidad de usar las escaleras, pero el trasfondo es serio: la infraestructura del Congreso no está a la altura de las necesidades de un poder legislativo estatal. Los empleados, por su parte, han expresado frustración ante la falta de acción.
Este episodio pone en evidencia un problema más amplio: la desatención a la infraestructura pública en Nuevo León. Mientras los elevadores siguen fallando, el Congreso enfrenta el reto de mantener su operatividad sin poner en riesgo la seguridad de quienes laboran en él. La presión para resolver esta crisis crece, pero las soluciones parecen estar lejos.
El incidente del diputado atrapado no solo es una anécdota, sino un síntoma de un problema estructural que el Congreso de Nuevo León no puede seguir ignorando. La pregunta ahora es si este evento será el impulso necesario para que las autoridades tomen cartas en el asunto o si las fallas seguirán siendo parte del día a día en el recinto legislativo.

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Diputado atrapado en elevador: el Congreso de Nuevo León en el ojo del huracán
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