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¡AGUA DE EL CUCHILLO NO VA A EU! SHEINBAUM Y SAMUEL GARCÍA ENFRENTAN PRESIÓN POR TRATADO INTERNACIONAL

La presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador de Nuevo León, Samuel García, han negado rotundamente que el agua de la presa El Cuchillo, en Nuevo León, esté siendo destinada a Estados Unidos como parte del Tratado de Aguas de 1944. Esta declaración surge en medio de una creciente controversia sobre el manejo de los recursos hídricos en México, mientras el país enfrenta sequías y presiones internacionales.
Sheinbaum, desde Palacio Nacional, afirmó que la presa El Cuchillo no está incluida en los acuerdos internacionales que obligan a México a enviar agua al país vecino. Según la mandataria, el gobierno federal prioriza el consumo interno, especialmente en regiones como Nuevo León, donde la crisis hídrica ha sido un problema recurrente. Sin embargo, no explicó cómo se cumplirá con las obligaciones del tratado sin afectar a los estados mexicanos.
Por su parte, Samuel García, conocido por su estilo confrontacional, respaldó las palabras de Sheinbaum y enfatizó que el agua de El Cuchillo es exclusivamente para Nuevo León. El gobernador destacó que la presa no es considerada un embalse internacional, por lo que su manejo queda bajo la jurisdicción estatal. Sin embargo, evitó mencionar los recientes desfogues de agua hacia Tamaulipas, que han generado sospechas sobre un posible uso indirecto para cumplir con Estados Unidos.
El Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe entregar a Estados Unidos un promedio de 1.75 millones de acre-pies de agua cada cinco años, provenientes de ríos como el Bravo. En los últimos años, la sequía extrema ha complicado este compromiso, generando tensiones con el gobierno estadounidense, que ha amenazado con sanciones y aranceles si México no cumple.
Críticos han señalado que las declaraciones de Sheinbaum y García podrían ser una cortina de humo para calmar a la población de Nuevo León, que aún recuerda la crisis hídrica de 2022. Diputados locales, como Javier Caballero del PRI, han exigido a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) transparencia sobre las extracciones de El Cuchillo, argumentando que cualquier transferencia pone en riesgo el abasto local.
A pesar de las negativas oficiales, documentos como la Minuta 331 del tratado incluyen a El Cuchillo como una posible fuente para cumplir con las entregas a Texas. Esto ha alimentado las sospechas de que el agua de la presa podría estar siendo utilizada indirectamente, a través de trasvases a otras presas como la Marte R. Gómez en Tamaulipas, para saldar la deuda hídrica.
Sheinbaum insistió en que México ha cumplido con el tratado “en la medida de lo posible”, destacando que la propuesta enviada al Departamento de Estado de Estados Unidos incluye soluciones de corto plazo. Sin embargo, no detalló cuáles son estas medidas ni cómo se garantizará el abasto en estados afectados por la sequía.
Mientras tanto, en Nuevo León, la población sigue preocupada por la gestión del agua. La presa El Cuchillo, clave para el suministro de Monterrey y su zona metropolitana, ha sido objeto de controversia por fugas y extracciones recientes. Samuel García ha prometido que el recurso se quedará en el estado, pero la falta de claridad mantiene la incertidumbre.
La presión internacional no cede. Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, ha acusado a México de incumplir el tratado, amenazando con imponer medidas económicas si no se entrega el agua adeudada. Sheinbaum, por su parte, ha respondido que México no será “colonia de nadie” y que defenderá su soberanía.
El debate sobre el agua de El Cuchillo pone en evidencia las tensiones entre los compromisos internacionales y las necesidades locales. Mientras Sheinbaum y García intentan proyectar control, la falta de transparencia y las contradicciones en torno al tratado mantienen a Nuevo León en vilo.

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