Un nuevo caso de inseguridad sacude a Nuevo León. Un niño de apenas 2 años perdió la vida tras caer a una alberca en una quinta del municipio de Juárez. El incidente ocurrió durante una reunión familiar, evidenciando la falta de medidas preventivas en estos espacios.
Los hechos se registraron en una vivienda ubicada en la calle Licenciado Rubén Zarazúa Rocha, en el fraccionamiento San Juan. Según reportes, el menor, identificado como Jeyden Andrei, jugaba en el lugar cuando ocurrió el accidente. La tragedia se desató en cuestión de segundos.
Familiares del pequeño notaron su ausencia y lo encontraron inconsciente dentro de la alberca. Desesperados, lo sacaron del agua y lo trasladaron de inmediato en un vehículo particular a la Clínica 68 del Seguro Social. Pese a los esfuerzos, los médicos confirmaron que el niño ya no presentaba signos vitales.
Elementos de Protección Civil estatal y municipal acudieron al domicilio tras recibir el reporte alrededor de las 19:00 horas. Sin embargo, al llegar, fueron informados de que el menor ya había sido llevado al hospital. La escena quedó bajo resguardo para las investigaciones correspondientes.
Este caso pone en el centro de la discusión la falta de supervisión y medidas de seguridad en reuniones familiares. Albercas en quintas y casas particulares representan un riesgo latente para los menores, especialmente en eventos donde los adultos pueden estar distraídos.
No es la primera vez que Juárez enfrenta una tragedia similar. Hace apenas unos días, otro menor falleció en circunstancias parecidas en la colonia Los Valles. Estos incidentes resaltan la urgencia de implementar regulaciones más estrictas en espacios recreativos.
Autoridades locales aún no han emitido un comunicado oficial sobre posibles sanciones o medidas preventivas. La comunidad exige respuestas y acciones concretas para evitar que estas tragedias se repitan. La muerte de Jeyden Andrei ha generado consternación en el municipio.
La familia del menor se encuentra devastada. Vecinos y conocidos han expresado su solidaridad, pero también su preocupación por la recurrencia de estos casos. Nuevo León enfrenta un reto mayúsculo en materia de seguridad y prevención.
Este lamentable suceso es un recordatorio de los peligros que enfrentan los menores en entornos aparentemente seguros. La falta de acción por parte de las autoridades locales agrava la percepción de inseguridad en la región.