Un menor de 16 años, identificado como Erick, fue brutalmente asesinado en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, en un ataque que ha conmocionado a la comunidad. Según el testimonio de su abuelo, el cuerpo del joven presentaba múltiples golpes y marcas de pisadas en su ropa, evidenciando la violencia con la que fue atacado. La familia exige justicia ante un crimen que refleja la creciente inseguridad en el estado.
El asesinato ocurrió en la madrugada del 24 de abril en el fraccionamiento Las Villas, cuando Erick y su madre, María del Carmen Morales, fueron sorprendidos por sicarios. La madre, conocida por su labor como buscadora de desaparecidos, intentó defender a su hijo, pero ambos perdieron la vida en el ataque. La fiscalía local confirmó que los agresores llegaron en una motocicleta y dispararon directamente contra el menor.
María del Carmen Morales formaba parte del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, dedicado a localizar a personas desaparecidas. Su trabajo la había convertido en blanco de amenazas, según denunciaron sus compañeros. La mujer buscaba a otro de sus hijos, Ernesto Julián Ramírez Morales, desaparecido desde febrero de 2024 en el mismo municipio. Su lucha incansable la llevó a enfrentarse a los peligros que acechan a quienes buscan verdad en medio de la violencia.
El abuelo de Erick, devastado por la pérdida, relató cómo la ropa del menor aún mostraba las huellas de la agresión. Las marcas de pisadas y los golpes en su cuerpo son un testimonio silencioso de la crueldad del ataque. La familia asegura que el joven no estaba involucrado en actividades ilícitas, lo que hace aún más incomprensible el motivo del crimen.
La fiscalía de Jalisco ha iniciado una investigación, pero hasta ahora no hay detenidos. El caso ha generado indignación entre los colectivos de buscadores, que señalan la falta de protección para quienes realizan esta labor. La muerte de María del Carmen y Erick se suma a una lista creciente de activistas asesinados en México, un país donde la impunidad sigue siendo la norma.
La inseguridad en Tlajomulco de Zúñiga ha alcanzado niveles alarmantes. Los residentes reportan un aumento en los ataques armados y la presencia de grupos criminales que operan con total libertad. Este municipio, cercano a Guadalajara, se ha convertido en un foco rojo de violencia, sin que las autoridades logren contener la situación.
Organizaciones civiles han exigido a las autoridades estatales y federales una respuesta inmediata. La falta de avances en el caso de Erick y su madre refleja la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Los colectivos de buscadores insisten en que no descansarán hasta que se haga justicia.
El asesinato de Erick y María del Carmen Morales es un recordatorio doloroso de la crisis de violencia que azota a México. Mientras las familias lloran a sus seres queridos, la sociedad exige un alto a la impunidad y medidas efectivas contra la delincuencia. La tragedia de esta madre y su hijo no debe quedar en el olvido.