Hoy, 29 de abril de 2025, México llevó a cabo el Primer Simulacro Nacional, un ejercicio crucial para preparar a la población ante un posible sismo de gran escala. A las 11:30 de la mañana, la alerta sísmica resonó en 11 estados del país, simulando un temblor de magnitud 8.1 con epicentro en Tehuantepec, Oaxaca. Este evento, organizado por la Coordinación Nacional de Protección Civil, buscó reforzar la cultura de prevención en un país donde los sismos son una amenaza constante.
La hipótesis del simulacro planteó un escenario de alta intensidad, con posibles daños severos en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Puebla y la Ciudad de México. En la capital, 27,976 altavoces instalados en 13,998 postes emitieron la alerta, mientras que en la Ciudad de México se probó un sistema de notificación en celulares, enviando el mensaje: “Este es un simulacro”. Este avance tecnológico pretende mejorar la respuesta de la ciudadanía ante emergencias reales.
El ejercicio no solo simuló un sismo, sino también una alerta de tsunami en el Océano Pacífico, liderada por la Secretaría de Marina. Este componente adicional tuvo como objetivo evaluar los protocolos de respuesta ante un posible maremoto en las costas mexicanas. Autoridades federales destacaron que el simulacro permite identificar áreas de mejora en la coordinación entre los tres niveles de gobierno.
En la Ciudad de México, millones de personas participaron en la evacuación de edificios públicos, escuelas, oficinas y unidades habitacionales. El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) reportó un tiempo de respuesta eficiente, aunque se analizaron incidentes menores reportados al 911. La participación masiva reflejó un creciente interés por estar preparados ante desastres naturales.
A nivel nacional, cada estado adaptó el simulacro a sus riesgos específicos. En Jalisco, por ejemplo, se simuló un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en Careyes, involucrando a hoteles, escuelas y centros de trabajo. Este enfoque regional busca garantizar que las comunidades estén listas para enfrentar las amenazas más probables en sus áreas.
El simulacro también sirvió para recordar la importancia de mantener la calma durante una emergencia. Las autoridades recomendaron seguir las indicaciones de los brigadistas, evacuar de manera ordenada y no regresar a los edificios hasta que se declare seguro. Estas medidas, aunque básicas, pueden marcar la diferencia en una situación real.
Un aspecto destacado fue la capacitación constante de los equipos de Protección Civil, quienes guiaron a la población durante el ejercicio. Su preparación es clave para minimizar riesgos y coordinar una respuesta efectiva en caso de un sismo real. La ciudadanía fue exhortada a seguir sus instrucciones en todo momento.
El gobierno federal, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, subrayó que estos ejercicios son esenciales para fortalecer la resiliencia del país. México, ubicado en una zona de alta actividad sísmica, enfrenta el reto constante de estar preparado para eventos que pueden ocurrir sin previo aviso.
A pesar de los avances, persisten desafíos, como garantizar que todos los altavoces funcionen correctamente y que la alerta llegue a más celulares en el futuro. Las autoridades prometieron analizar los resultados del simulacro para mejorar los sistemas de prevención y respuesta.
El Primer Simulacro Nacional 2025 dejó claro que la preparación es un esfuerzo colectivo. Desde los ciudadanos hasta las instituciones, todos tienen un papel que desempeñar para hacer de México un país más seguro frente a los desastres naturales.

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Simulacro Nacional 2025: México se prepara ante un sismo de gran magnitud
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